Un Casa 2.111 (Pedro)* estrellado en Ifni al aterrizar.
El triunfo de las familias franquistas y la toma del poder de su lider el general monárquico Franco que impuso en España una dictadura fue el triunfo de los malos.
No por criminales, que también, sino por incompetentes corruptos vagos e idiotas.
Hundieron al pais y lo llevaron al subdesarrolloy fue un desatre para los españoles.
Franco hizo de España el pais mas pobre de Europa un esperpento que daba pena....
Todo esto salió a la luz en la guerra que astuta e inteligentemente le planteo jovenlandia al final de los 50
Un ejército de reclutas en alpargatas con armas de la guerra de Cuba y aviones contrachapados remodelados de la IIGM.....
El asalto al polvorín y la toma de la ciudad fue un fracaso que se saldó con un puñado de muertos, pero todos los puestos del interior quedaron asediados.
Son terribles las historias que han contado los supervivientes que durante unos diez días estuvieron cercados, hasta que las fuerzas paracaidistas recién creadas y los legionarios consiguieron liberarlos. Muchos de estos liberadores murieron en el empeño, como muchos de los asediados, y algunos nombres se conservan en el recuerdo y en el afecto de sus familias: el alférez de las Milicias Universitarias Rojas Navarrete, el teniente Ortiz de Zárate...
Pero la censura fue tan férrea que ni los habitantes de la capital ifneña llegaron a saber lo que sucedió en las guarniciones del interior; ni siquiera, en realidad, los mandos militares, a juzgar por cómo actuaron.
La famosa guardia(personal y mercenaria) jovenlandesa de Franco.Tuvo que renunciar a ella a raiz de este conflicto.
Los poquísimos historiadores que se han acercado a aquellos sucesos -militares todos- se sorprenden de que un gobierno militarista como el de Franco tuviera a su ejército en tan patéticas condiciones.
Las dolorosas anécdotas son innumerables.
El primer muerto ilustre, el comandante Álvarez Chas, cayó al mar en un viejo Heinkel 111, con toda su tripulación, por un error en el momento del aterrizaje. "En el aeródromo existían todas las marcas posibles de whisky, pero faltaban elementos de guía a la navegación", cuenta un testigo.
Resultó que aquel glorioso ejército carecía de casi todo:
los aviones eran antiguallas de los años treinta;
los Junkers que Alemania había enviado a comienzo de la guerra civil, a falta de bombas lanzaban bidones de gasolina provistos de un sistema de explosión artesanal ideado por un teniente;
a los soldados se les entregaban hasta cinco viejos fusiles Máuser, con la esperanza de que algunos funcionaran cuando tuvieran que dispararlos;
los legionarios calzaban alpargatas para combatir en un terreno abominable de arena y piedras;
cargaban todavía con una manta y su ración alimenticia se reducía muchas veces a un chusco y una lata de sardinas;
para socorrer a los asediados se les lanzaba el agua dentro de neumáticos de camión, a falta de envases mejores, que reventaban al llegar al suelo;
la puntería de los aviadores era tan mala que disparaban contra soldados propios que salían desesperados de los fortines en busca de agua y comida;
para las comunicaciones, se usaban radios de carga a pedales...
Una pobre defensa llevada a cabo con "vieja chatarra cuidadosamente remendada", como escribe el general Casas de la Vega.
*Era un "arreglo" del famoso Heinkel 111 que ya participó en la guerra civil.