“El precio de ser madre”
Por el título se adivina que es una obra trascendental y, sobre todo, atrevida, que aborda un tabú jamás explorado como es el papel de la mujer en la sociedad actual. Muy necesaria.
El veto de la autora a su traducción al español es un torpedo a la linea de flotación de nuestra cultura, nos deja desamparados y al margen del progreso, absortos en el regocijo de nuestra secular miseria intelectual. Nos pone a los españoles en nuestro sitio, que es el vertedero de la historia del arte y el humanismo.
Merece, por tanto, el Premio Nacional de Literatura y una subvención vitalicia.