La crisis forzará a la banca a una intensa guerra de depósitos a la vuelta del verano

Darok

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La crisis forzará a la banca a una intensa guerra de depósitos a la vuelta del verano
En plena agitación de los mercados financieros, las tensiones en el interbancario y el encarecimiento de las emisiones de deuda empujarán a las entidades a captar dinero de los clientes a través de los depósitos.

¿Se le han terminado las vacaciones o le queda poco para ello? No se preocupe, quizás en septiembre se encuentre alguna buena noticia en su entidad. Los bancos, como otras empresas, suelen volver a la carga después de vacaciones para conquistar a nuevos clientes con una avalancha de iniciativas y lanzamientos comerciales. Es el tradicional inicio de curso que este año tendrá un invitado de excepción.

La crisis de liquidez en el sistema provocada por el contagio a entidades de todo el mundo de los problemas de las hipotecas de alto riesgo estadounidenses (subprime) ha provocado un terremoto de consecuencias inciertas que, a la postre, puede variar la política comercial de las entidades españolas y de sus más de 43.600 oficinas en España.

La crisis de liquidez en el sistema deja la captación de depósitos como el eje de su estrategia de captación de dinero para el otoño. La banca capta a través de tres vías (ver texto adjunto) los recursos necesarios para poder financiar su fuerte crecimiento en créditos –las hipotecas siguen creciendo a tasas de un 20,5%, según el último dato disponible, correspondiente a mayo–.

En este escenario las entidades prevén una guerra del pasivo más intensa de lo habitual en los próximos meses, como respuesta al escenario de tensiones que las entidades observan en el mercado interbancario –en el que las entidades se prestan dinero entre sí–. “A la vuelta del verano las entidades reforzarán sus ofertas de pasivo para captar más depósitos tal como está el panorama actual de captación de recursos”, explican en un banco.

Otro factor que apoya la enésima guerra del pasivo que se avecina se encuentra en la marcha de los mercados. “Si las bolsas siguen como hasta ahora, habrá muchos inversores con dinero en fondos o en bolsa que quiera invertirlo en depósitos con atractivas rentabilidades”, indican fuentes financieras. No hay que olvidar que el Ibex-35 sólo gana un 1,03% en lo que va de año.

Avalancha de dinero
Estas razones pueden apuntalar la intensa avalancha de dinero que está yendo a depósitos desde 2006. Con la subida de tipos de interés, la necesidad de captar recursos y la intensa competencia entre las entidades, se ha disparado su rentabilidad –hay depósitos a un año que ofrecen entre un 4,5% y un 5% TAE (tasa anual equivalente)– y la entrada de dinero en estos productos. Sólo en el primer semestre del año han entrado 30.553 millones de euros, según las estadísticas del Banco de España, un 60,8% más que en el mismo período de 2006 y la mayor cifra en un primer semestre en la última década. Hasta junio el volumen que tenía la banca en depósitos a plazo, correspondiente a hogares, ascendía ya a 286.089 millones.

Además, los problemas de liquidez en el sistema han disparado el precio al que se prestan las entidades el dinero, el euribor. Ayer esta referencia a un año estaba ya en el 4,791%, el mayor nivel desde finales de diciembre de 2000, y el resto de referencias (a tres meses, seis meses, etcétera) están subiendo con fuerza. Este hecho, junto a la intensa competencia que ya se viene dando desde hace meses en depósitos, impulsará la rentabilidad de los productos hasta el punto de que sean más habituales encontrar ofertas de depósitos a un año que ofrezcan un 5%.

Precisamente en este nivel está ahora el producto a este plazo más rentable del mercado, un depósito del banco portugués Finantia, para importes superiores a 100.000 euros. Entre los más rentables también están otro producto de Finantia –para importes de hasta 100.000 euros– y de Halifax Hispania, que dan un 4,75%; mientras Openbank, Inversis, Uno-e y Activobank remuneran al 4,5% al cabo de un año.

Primeros efectos
La guerra del pasivo que se avecina ya ha empezado a dar sus primeros coletazos. Bancaja estrenará en septiembre un depósito al 10% TAE durante el primer mes en la oficina virtual que abrirá ese mes, la caja aragonesa CAI ha lanzado un producto a 4 años que da un 4,66% TAE. El depósito online de Bankinter –que ajusta sus precios a diario–, a un año de plazo, ya recoge la subida del euribor ofreciendo un 4,62% de rentabilidad.

Las tres vías para captar recursos
Ante la creciente incertidumbre sobre la exposición de cada entidad a las hipotecas subprime, la banca comenzó a prestarse menos dinero en el mercado interbancario –en el que las entidades se prestan entre sí–. Ante una menor oferta, se disparó el precio del dinero. Este escenario toca de lleno a una de las patas de la actividad bancaria de toda la vida: la captación de dinero a un tipo de interés para prestarlo a un precio algo más elevado.

Cuanto más capte, más podrá financiar. Para captar ese dinero tiene tres vías: recurrir a la emisión de papel (bonos, pagarés, etcétera) en los que paga una rentabilidad fija para atraer a los inversores; lograr dinero prestado de otras entidades en el mercado interbancario o lograrlo en las inyecciones semanales de liquidez que realiza el Banco Central Europeo (BCE); y captarlo de los clientes a través de depósitos y cuentas, principalmente. Las dos primeras vías están inmersas en un escenario de tensiones derivadas de la crisis de liquidez. Las tensiones son patentes en el mercado interbancario.

En el mercado de deuda, la creciente aversión al riesgo ha provocado que los inversores dejen de demandar estos activos que no están emitidos por los gobiernos. El mercado está exigiendo un precio más alto para asumir un riesgo que se percibe cada vez mayor. Como consecuencia, las próximas emisiones de bonos tendrán que ofrecer un cupón más alto, lo que podría elevar los costes de financiación. Por ahora se está produciendo una fuerte ralentización en las emisiones de bonos.

Según datos de la CNMV, en julio se registraron operaciones de deuda por 21.911 millones de euros, un 5,21% más que en junio. Sin embargo, un 70,11% de ese volumen se ejecutó antes del 17 de julio, cuando Bear Stearns declaró la quiebra de dos hedge funds expuestos al subprime. En agosto, sólo se han registrado cinco operaciones por 2.300 millones.
 
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