Díaz Ferrán sigue al frente de la patronal, aunque probablemente él preferiría con mucho dejarlo, porque es la condición para seguir cobrando las ayudas del gobierno que le permiten, mal que bien, ir tirando. Su condición de semi-quebrado no le incapacita para desempeñar sus funciones en la CEOE, antes al contrario.
¿Y cuales son esas funciones? Pues hacer declaraciones como las de hoy, y servir así de espantajo para ayudar a colar las medidas de ajuste del gobierno. ¿Os imagináis que la patronal dijera que las medidas del gobierno están muy bien, y que van incluso más allá de lo que ellos deseaban? Sería imposible para el gobierno aprobar nada. Pero con la CEOE demandando esclavitud onerosa, derecho de pernada y un quartillo de sangre diario por trabajador, el gobierno y los sindicatos pueden clamar que ellos están defendiendo los derechos de los trabajadores, y pasar medidas de semi-esclavitud, derecho de pernada solo cada seis meses y medio cuartillo de sangre. Los sindicatos convocan una huelga, y afirman que sin ellos sería mucho peor. Cada uno interpreta su papel en la comedia; al final, objetivo cumplido, y todos tan contentos, celebrándolo con una buena mariscada la proxima vez que se reunan para discutir la nueva reforma laboral.
La CEOE es el coco, el pararrayos con el que nos indignamos (quitando así presión a gobierno y sindicatos), el espantajo con el que nos asustan para que traguemos con carros y carretas. Echamos unos espumarajos contra Díaz Ferrán, y la bajada del 5% (15% proximamente en sus pantallas) no parece tan mala. Como ahora toca jorobar a los funcionarios, pues la CEOE habla de funcionarios, que se la traen floja, sin cortarse un pelo. Lo que necesite el gobierno, que estoloarreglamosentretodos. ¿O no?