Pero verá, es que las diferencias son subjetivas. Se necesita todo un entramado cultural y abiertamente político para crear categorizaciones discriminativas. Lo natural es que usted reconozca a un congénere, eso es lo que la biología dicta -es crítico para sobrevivir- y lo que la cultura revoca -lo que incrementa nuestras probabilidades de extinción, no lo digo por decir, hay modelos matemáticos. Podría contestarle que no me aguante, porque las mujeres llevan siglos marginadas y no se documenta históricamente ni un sólo caso en contrario, pero si quiere usted por ejemplo leer esa novela que he citado arriba ("El puente sobre el Drina", no sé su título en castellano porque lo he leído en otra lengua), verá que narra 400 años de la historia de una ciudad bosnia, donde convivían perfectamente no sólo cristianos (católicos croatas y ortodoxos serbios), judíos sefardíes, fieles a la religión del amor ("turcos"), sino hasta los propios etnianos, con episodios absolutamente emotivos como cuando todos tienen que ayudarse ante los desastres naturales. Y el imperio otomano para nada fue ningún modelo de nada de nada, ni de convivencia siquiera. En esa misma novela le cuentan que fue el imperio austro-húngaro el primero que empezó a sembrar cizaña entre las comunidades porque la existencia de un reino serbio y un nacionalismo panserbio le resultaba un estorbo para sus políticas expansionistas en los balcanes.
Lo que es propio de la especie humana es razonar. Al individuo que de entrada empieza a palos universalmente se le califica de la misma manera. No, el racismo precisa de una educación y muy machacona (de hecho, como comenta, el de los etnianos tampoco es espontáneo, efectivamente), tan machacona que incluso a pesar de que funciona permanentemente (y cuando digo educación, hablo de lo que socialmente se mama, no de las chorradas que se memorizan en la escuela) no acaba de "impregnar" a la gente al 100%, precisamente porque algunos individuos razonan.
Absolutamente todas las costumbres que tienen actualmente los etnianos son heredadas de las que nuestros antepasados "payos" acabaron "contagiándoles". Cuando vea usted un etniano, está viendo un payo del siglo XV (cuando de pequeño leía las novelas del "Siglo de Oro", la población civil -paya-, todos armados de navajas cuando no de espadas, y su disposición a darse de tortas a las primeras de cambio me hizo pensar inmediatamente en la imagen que se tiene de los etnianos, entiéndame, pensé mentalmente, "jorobar, vivían como los etnianos"). Han perdido hasta su lengua (usamos casi casi más palabras de origen etniano nosotros que ellos). Yo hasta dudo que su folklore musical tenga algo que ver con el que originariamente debieron haber traído de la India. Y oiga, apenas entraron en Europa en el siglo XIII (provenientes de Bizancio), ya los príncipes alemanes los utilizaban para meterlos en el territorio del vecino a jorobar.
Infórmese, por cierto, de lo que hicieron los australianos con los aborígenes o los civilizadísimos suecos con los lapones, y busque por internet las pragmáticas contra los etnianos. Es sorprendente que hayan sobrevivido, porque que yo sepa, los últimos guanches fueron vendidos como esclavos en 1500 y poco en la península.