En España solo hay condiciones decentes en sectores sindicalizados que pasan de padres a hijos (industria), cerrados a la competencia y protegidos por el estado (contratas públicas, farmacias, taxis, agricultor con PAC), o públicos con oposiciones cerradas a extranjeros de facto (educación, Guardia Civil, policía). Es decir, sectores con barreras de acceso artificiales y hereditarios o casi.
Lo demás es hez pura.
La próxima víctima van a ser los sanitarios, ya los están metiendo millones de latinoamericanos mileuristas.