Uritorco
The White Revolution is the only solution.
Juan Manuel de Prada, “Juanlu” y George Soros.
El “bueno”, el feo y el malo…
Tras la debacle de periódico “Público”, editado por los accionistas de La Sexta, un grupo de periodistas liderados por Ignacio Escolar, un "progreta" que se describe como "ateo" —aunque es del todo probable que se trate de un masón— y que presume de “independiente”, decidieron sacar al mercado un nuevo proyecto informativo de carácter digital enmarcado en el sector de la comunicación llamado "eldiario.es".
No obstante, como ya se ha desvelado y puesto públicamente de manifiesto, este medio “progresista” está subvencionado por el multimillonario judío y masón George Soros, uno de los «padres» del llamado «filantrocapitalismo», que viene generosamente financiando y dotando de fondos y recursos todos los proyectos sociales y aspiraciones políticas de la izquierda radical, así como parte del «procés» catalán pagando al Diplocat, al CIDOB y al Instituto de Derechos Humanos de Cataluña. De hecho, el subdirector de este panfleto digital, Juan Luis Sánchez (“Juanlu”), activista de Amnistía Internacional y colaborador del “New York Times”, es miembro del Advisory Board (Consejo Consultivo) de la OSIFE, la rama europea con sede desde el 2013 en Barcelona de la Open Society Foundations (OSF), controlada directamente por Soros[1].
El director de OSIFE es Jordi Vaquer Fanéz, un joven analista político especializado en asuntos internacionales, columnista y comentarista habitual en distintos medios de comunicación, entre ellos Eldiario.es. En su opinión, España es uno de los países más abiertos de Europa, estando a la cabeza en cuestiones de igualdad de género o derechos del colectivo LGTB al estar su ciudadanía muy vinculada a los valores de una sociedad abierta. Además de ferviente partidario de Podemos, Jordi Vaquer forma parte del órgano consultivo del Real Instituto Elcano, donde comparte pedestal con otros influyentes personajes como Lluís Bassets (director adjunto de “EL PAIS”), Emilio Cassinello (director general del Centro Internacional de Toledo para la Paz), Moisés Naím (del Carnegie Endowment for International Peace), Florentino Portero, Ana Palacio, Darío Valcárcel, Ramón Pérez-Maura, etc.
En el pasado, Jordi Vaquer ha sido director del Centro de Estudios y Documentación Internacional de Barcelona (CIDOB), un importante e influyente think tank catalán que trabaja mano a mano con la Open Society Foundations y en el que participan algunos ex ministros del PSOE, como Javier Solana o Narcís Serra, un economista formado en la London School of Economics, quien presidió el CIDOB entre 2000 y 2012. Serra también es miembro, junto con Jordi Vaquer, Lluís Bassets y George Soros, de la rama europea del Council on Foreing Relations y codirector, junto con los judíos Joseph Stiglitz y Paul Krugman, del trabajo Hacia una nueva gobernanza global, publicado por la Universidad de Oxford en 2008.
Pero vayamos a lo que realmente nos interesa.
Precisamente sobre su «patrón» George Soros, desliza “Juanlu” en un artículo una «ingenua» reflexión: «Que la fortuna de uno de los hombres más millonarios del mundo se dedique parcialmente a becas para el activismo social o proyectos independientes es una evidente paradoja, aunque sea habitual en fundaciones de grandes empresas o de filantropía personal»[2]. En el párrafo anterior, el Sr. Juanlu registra un hecho histórico fundamental, un hecho cierto; pero, sin embargo, la explicación que haya para esa flagrante contradicción que supone la solidaridad entre el multimillonario Soros (representante genuino del establisment democrático-capitalista ****omasónico) con el marxismo y la izquierda radical (democrática, judía y masónica también), no puede ser más que una paradoja.
En un artículo posterior, el afamado escritor e intelectual conservador Juan Manuel de Prada (un masón encubierto, como ya he establecido en un hilo), a pesar de estar situado en el otro arco de la esfera ideológica que su homólogo anterior, se ve también obligado a recurrir al socorrido recurso de la paradoja cuando dejaba escrito lo siguiente: «Aunque este cómico [Dani Mateo, de La Sexta] haya contribuido gratuitamente a mi desprestigio no le guardo, sin embargo, ningún rencor; pues todo lo que hizo fue con la venia de sus amos, que paradójicamente son los mismos que publican mis libros. Tal paradoja podría servirnos para explicar el alma del capitalismo y su vocación nihilista; pero lo dejaremos para mejor ocasión»[3].
¿Y cuál es la definición exacta del término? La paradoja en historia es un acontecimiento, aparentemente contradictorio, pero que obedece a una causa racional y eficiente ocultada o no identificada; aunque desde luego, lógica y real. Por eso, el fino periodista Juan Luis Sánchez, pretendiendo, como realmente quiere, conservar su reputación de «experto» en materia de política nacional e internacional, no puede nombrar al Judaísmo y a su hijuela la Masonería ―pues es el gran tabú decretado por los poderes fácticos— como causa de dicha «contradicción» registrada por ambos, no quedándoles otro recurso que calificar el hecho ante sus lectores de paradoja.
Pero “Juanlu”, cuyos análisis y seguimiento del 15-M en España fueron publicados y referenciados puntualmente en decenas de medios tanto nacionales como extranjeros, es también cofundador de un organismo denominado Periodismo Humano, un medio de comunicación digital que dice estar especializado en derechos humanos. Su director es el masón Javier Bauluz, periodista galardonado con el Premio Pulitzer 1995 y responsable del Encuentro Internacional de Fotoperiodismo “Ciudad de Gijón”, generalmente decorado con alegorías masónicas.
Periodismo Humano cuenta desde sus inicios como mecenas y colaboradores necesarios a diversas universidades y especialmente a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, una organización activamente implicada en impulsar la agenda globalista disgenésica, es decir, el imperialismo ****omasónico de la ideología de género, la lucha contra la exclusión, la discriminación y el racismo (únicamente el de los blancos), las campañas proabortistas y de manera particular el fortalecimiento de la democracia.
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[1] La OSF es una de las entidades «filantrópicas» con mayor presupuesto del mundo. Fundada en 1979, cuenta «oficialmente» en la actualidad con 1.800 empleados repartidos en 35 países. Un coloso que consume miles de millones de dólares con el único objetivo de abatir las «sociedades cerradas» que tanto indigestan a Soros y a sus hermanos de raza, es decir, las naciones que pretenden seguir manteniendo su identidad, sus tradiciones y sus valores supremos y ancestrales (familia, género, raza, nación, etc.) con la finalidad de desenraizarlas e imponerles a través de la democracia (ya sea liberal o progresista) el veneno judío del cosmopolitismo y el internacionalismo. Este es el motivo por el que el bueno de Soros, siguiendo los impulsos que le demanda su voluntad racial, ha concentrado todos sus diabólicos esfuerzos e invertido casi toda su fortuna en apoyar decididamente la agenda del nuevo orden mundial, esto es, la desestabilización del mundo blanco-occidental (completamente colonizado y desarmado jovenlandesal y espiritualmente) a través de la promoción de proyectos y actividades en diferentes países encargados de fomentar la lucha contra la xenofobia, el racismo, el machismo, el antisemitismo, la discriminación a personas LGTB o el cambio climático, entre otros. El mismo se retrata en una frase recogida en su autobiografía escrita en 1995: «Al estar los judíos en minoría, se ven obligados a pensar críticamente. Si hay algo de este genio judío en mi, es simplemente la capacidad de pensar de forma crítica. Hasta ese punto, el judaísmo es un elemento esencial de mi personalidad y, como dije, estoy muy orgulloso de eso».
[2] «La filantropía y el periodismo» (Eldiario.es, 12-09-2016).
[3] “XL Semanal”, del 9 al 15 de diciembre de 2018, p. 8.
El “bueno”, el feo y el malo…
Tras la debacle de periódico “Público”, editado por los accionistas de La Sexta, un grupo de periodistas liderados por Ignacio Escolar, un "progreta" que se describe como "ateo" —aunque es del todo probable que se trate de un masón— y que presume de “independiente”, decidieron sacar al mercado un nuevo proyecto informativo de carácter digital enmarcado en el sector de la comunicación llamado "eldiario.es".
No obstante, como ya se ha desvelado y puesto públicamente de manifiesto, este medio “progresista” está subvencionado por el multimillonario judío y masón George Soros, uno de los «padres» del llamado «filantrocapitalismo», que viene generosamente financiando y dotando de fondos y recursos todos los proyectos sociales y aspiraciones políticas de la izquierda radical, así como parte del «procés» catalán pagando al Diplocat, al CIDOB y al Instituto de Derechos Humanos de Cataluña. De hecho, el subdirector de este panfleto digital, Juan Luis Sánchez (“Juanlu”), activista de Amnistía Internacional y colaborador del “New York Times”, es miembro del Advisory Board (Consejo Consultivo) de la OSIFE, la rama europea con sede desde el 2013 en Barcelona de la Open Society Foundations (OSF), controlada directamente por Soros[1].
El director de OSIFE es Jordi Vaquer Fanéz, un joven analista político especializado en asuntos internacionales, columnista y comentarista habitual en distintos medios de comunicación, entre ellos Eldiario.es. En su opinión, España es uno de los países más abiertos de Europa, estando a la cabeza en cuestiones de igualdad de género o derechos del colectivo LGTB al estar su ciudadanía muy vinculada a los valores de una sociedad abierta. Además de ferviente partidario de Podemos, Jordi Vaquer forma parte del órgano consultivo del Real Instituto Elcano, donde comparte pedestal con otros influyentes personajes como Lluís Bassets (director adjunto de “EL PAIS”), Emilio Cassinello (director general del Centro Internacional de Toledo para la Paz), Moisés Naím (del Carnegie Endowment for International Peace), Florentino Portero, Ana Palacio, Darío Valcárcel, Ramón Pérez-Maura, etc.
En el pasado, Jordi Vaquer ha sido director del Centro de Estudios y Documentación Internacional de Barcelona (CIDOB), un importante e influyente think tank catalán que trabaja mano a mano con la Open Society Foundations y en el que participan algunos ex ministros del PSOE, como Javier Solana o Narcís Serra, un economista formado en la London School of Economics, quien presidió el CIDOB entre 2000 y 2012. Serra también es miembro, junto con Jordi Vaquer, Lluís Bassets y George Soros, de la rama europea del Council on Foreing Relations y codirector, junto con los judíos Joseph Stiglitz y Paul Krugman, del trabajo Hacia una nueva gobernanza global, publicado por la Universidad de Oxford en 2008.
Pero vayamos a lo que realmente nos interesa.
Precisamente sobre su «patrón» George Soros, desliza “Juanlu” en un artículo una «ingenua» reflexión: «Que la fortuna de uno de los hombres más millonarios del mundo se dedique parcialmente a becas para el activismo social o proyectos independientes es una evidente paradoja, aunque sea habitual en fundaciones de grandes empresas o de filantropía personal»[2]. En el párrafo anterior, el Sr. Juanlu registra un hecho histórico fundamental, un hecho cierto; pero, sin embargo, la explicación que haya para esa flagrante contradicción que supone la solidaridad entre el multimillonario Soros (representante genuino del establisment democrático-capitalista ****omasónico) con el marxismo y la izquierda radical (democrática, judía y masónica también), no puede ser más que una paradoja.
En un artículo posterior, el afamado escritor e intelectual conservador Juan Manuel de Prada (un masón encubierto, como ya he establecido en un hilo), a pesar de estar situado en el otro arco de la esfera ideológica que su homólogo anterior, se ve también obligado a recurrir al socorrido recurso de la paradoja cuando dejaba escrito lo siguiente: «Aunque este cómico [Dani Mateo, de La Sexta] haya contribuido gratuitamente a mi desprestigio no le guardo, sin embargo, ningún rencor; pues todo lo que hizo fue con la venia de sus amos, que paradójicamente son los mismos que publican mis libros. Tal paradoja podría servirnos para explicar el alma del capitalismo y su vocación nihilista; pero lo dejaremos para mejor ocasión»[3].
¿Y cuál es la definición exacta del término? La paradoja en historia es un acontecimiento, aparentemente contradictorio, pero que obedece a una causa racional y eficiente ocultada o no identificada; aunque desde luego, lógica y real. Por eso, el fino periodista Juan Luis Sánchez, pretendiendo, como realmente quiere, conservar su reputación de «experto» en materia de política nacional e internacional, no puede nombrar al Judaísmo y a su hijuela la Masonería ―pues es el gran tabú decretado por los poderes fácticos— como causa de dicha «contradicción» registrada por ambos, no quedándoles otro recurso que calificar el hecho ante sus lectores de paradoja.
Pero “Juanlu”, cuyos análisis y seguimiento del 15-M en España fueron publicados y referenciados puntualmente en decenas de medios tanto nacionales como extranjeros, es también cofundador de un organismo denominado Periodismo Humano, un medio de comunicación digital que dice estar especializado en derechos humanos. Su director es el masón Javier Bauluz, periodista galardonado con el Premio Pulitzer 1995 y responsable del Encuentro Internacional de Fotoperiodismo “Ciudad de Gijón”, generalmente decorado con alegorías masónicas.
Periodismo Humano cuenta desde sus inicios como mecenas y colaboradores necesarios a diversas universidades y especialmente a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, una organización activamente implicada en impulsar la agenda globalista disgenésica, es decir, el imperialismo ****omasónico de la ideología de género, la lucha contra la exclusión, la discriminación y el racismo (únicamente el de los blancos), las campañas proabortistas y de manera particular el fortalecimiento de la democracia.
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[1] La OSF es una de las entidades «filantrópicas» con mayor presupuesto del mundo. Fundada en 1979, cuenta «oficialmente» en la actualidad con 1.800 empleados repartidos en 35 países. Un coloso que consume miles de millones de dólares con el único objetivo de abatir las «sociedades cerradas» que tanto indigestan a Soros y a sus hermanos de raza, es decir, las naciones que pretenden seguir manteniendo su identidad, sus tradiciones y sus valores supremos y ancestrales (familia, género, raza, nación, etc.) con la finalidad de desenraizarlas e imponerles a través de la democracia (ya sea liberal o progresista) el veneno judío del cosmopolitismo y el internacionalismo. Este es el motivo por el que el bueno de Soros, siguiendo los impulsos que le demanda su voluntad racial, ha concentrado todos sus diabólicos esfuerzos e invertido casi toda su fortuna en apoyar decididamente la agenda del nuevo orden mundial, esto es, la desestabilización del mundo blanco-occidental (completamente colonizado y desarmado jovenlandesal y espiritualmente) a través de la promoción de proyectos y actividades en diferentes países encargados de fomentar la lucha contra la xenofobia, el racismo, el machismo, el antisemitismo, la discriminación a personas LGTB o el cambio climático, entre otros. El mismo se retrata en una frase recogida en su autobiografía escrita en 1995: «Al estar los judíos en minoría, se ven obligados a pensar críticamente. Si hay algo de este genio judío en mi, es simplemente la capacidad de pensar de forma crítica. Hasta ese punto, el judaísmo es un elemento esencial de mi personalidad y, como dije, estoy muy orgulloso de eso».
[2] «La filantropía y el periodismo» (Eldiario.es, 12-09-2016).
[3] “XL Semanal”, del 9 al 15 de diciembre de 2018, p. 8.
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