“Jovenlandia” y la propaganda racista en las redes sociales

Ginko

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Se monta una manola mental, irónicamente declarándose, porque el comentario es totalmente neutro, hace referencia al aumento de tortas, ¿O mencionaron la expresión jovelandes o algo acerca de los autores?
 

ATARAXIO

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Pero si tu video de "Jaque mate a la humanidad" lo predijo todo hace 11 años. Al menos el creador del video sí lo vio venir.
Para los que nos gusta la ingeniería social y la manipulación de las masas, todo esto que pasó, está pasando y pasará, es un disfrute alucinante como de ciencia ficción.


 

NIKK

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Barcelona, Catalunya.
Lo de jovelandia es que son jovenlandeses, lo de Barcelona es que está llena de jovenlandeses delincuentes que campan a sus anchas. Eso está claro.
 

Glaucón

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27 Jul 2014
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Debido a la creencia actual de que el lenguaje es prácticamente magia es algo que preocupa enormemente a los progres.

Y sí, la persuasión existe y uno puede usar unas palabras u otras perfilar las cosas de un punto de vista o de otro.

Pero recordad, no se puede eliminar jamás el vínculo entre el lenguaje y la realidad, cuando eso sucede la gente acaba dándose cuenta tarde o temprano del engaño.

Si lo de jovenlandia funciona es debido a que los periodistas activamente están ocultando datos. Si ellos no lo hicieran el término se habría hundido en el olvido.

Es decir, siempre hace falta que la persuasión o manipulación tenga un fulcro de verdad, una conexión con lo que ocurre.

Buscad el fulcro para que no os tomen el pelo, que no os lo tome nadie.
 

ToñoSan-hez

Antonio I "El Guapo"
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31 May 2022
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IlloJuan y elBokerón, dos de los streamers españoles más reconocidos, están jugando en directo a un videojuego de supervivencia cuando, al encontrar un objeto que mejora los atributos defensivos de su personaje, uno de ellos bromea: “Ese chaleco antipuñaladas es perfecto para ir a Barcelona”. Ambos, alejados todo lo que pueden de posicionamientos políticos públicos, tampoco han hecho nunca un gran esfuerzo por ocultar su inclinación progresista. Sin embargo, acaban de reproducir ante decenas de miles de espectadores uno de los últimos dog whistle racistas de la extrema derecha.


Dog whistle significa, literalmente, “silbato para perros”, y en comunicación política se utiliza para explicar un mecanismo fundamental a la hora de entender las estrategias online de la extrema derecha. Integrados en la conversación pública –casi siempre bajo una pátina de humor–, y sin señales visibles que alerten sobre su contenido altamente ideologizado, estos dog whistle son mensajes o eslóganes que refuerzan y expanden de forma velada ciertos argumentos, a la vez que actúan como una suerte de ganchos discursivos que van atrayendo hacia las burbujas conversacionales de los nuevos fascismos a personas que, al menos a priori, no estaban buscando adentrarse en la idiosincrasia de un movimiento antidemocrático.


El ejemplo más evidente de esto –quizá incluso demasiado evidente para ser un dog whistle– es la expresión “que te vote Txapote”. Aunque en este caso el intento de ocultar el trasfondo ideológico no fue un éxito, sí lo fue su popularización. Utilizada en algunos casos como una simple consigna pegadiza, este eslogan ultra se convirtió en un cántico recurrente en contextos festivos de todo tipo. Si bien es innegable que había personas conscientes de ello, y conformes con la instrumentalización del terrorismo de ETA y su vinculación falaz con Pedro Sánchez y la izquierda cuando coreaban la frase, otras muchas simplemente se unieron al meme. Exactamente igual que creían estar haciendo los dos creadores de contenido malagueños con su chiste sobre el chaleco antipuñaladas, sin más intencionalidad que hacer humor con el manido aumento de la criminalidad en Barcelona.


La ideología del repruebo detrás del meme

Se pueden distinguir dos niveles en el funcionamiento de este dog whistle, diferenciables en términos de profundidad ideológica. El primero, más superficial, se reduce a presentar Barcelona –fundamentalmente, aunque existen variables– como poco menos que la capital mundial del delito. Es muy fácil escuchar o leer alusiones a la ciudad Condal en redes sociales acompañadas de una mención a robos, tortas, etc. Estas pueden quedarse ahí, como el ejemplo con el que arranca esta pieza, o introducirse en el segundo nivel: asociar esta supuesta inseguridad con un perfil muy concreto: hombre joven racializado, en la práctica totalidad de los casos de origen joven.


El periodista de RTVE Juan Carlos Rivero dio una muestra de ese segundo nivel en diciembre de 2022, durante la celebración del Mundial de fútbol de Catar. jovenlandia se enfrentaba a Portugal y el narrador quiso aclarar, de forma, como mínimo, innecesaria, un comentario de uno de sus compañeros: “[Los futbolistas marroquíes] roban y salen corriendo, que es un término estrictamente futbolístico”, dijo en pleno directo. X (entonces Twitter) se llenó de comentarios y bromas –también estrictamente– racistas, en una reacción desmesurada que demostraba el clima de repruebo latente hacia los migrantes del norte de África que ha propiciado el triunfo del dog whistle en cuestión.


Más de un año antes, el creador de contenido Jordi Wild ya andaba generando el caldo de cultivo perfecto para todo esto que ha ido construyéndose después. “Algo está pasando en Barcelona. Cada dos por tres: ‘Apuñalamiento en no sé dónde, víctima mortal…’. Aquí tenemos que ser realistas: está llegando una inmi gración que está causando problemas. Yo, en los vídeos que he visto, todos tenían pinta de marroquís o tal, tal, tal (sic). ¿Quién va con puñales y con machetes por la calle?”, sentenciaba en su podcast, ya en aquel momento uno de los más escuchados a nivel nacional y faro ideológico para muchísimos chavales y chavalas de edades muy tempranas.


“Jovenlandia”

De un tiempo a esta parte se ha popularizado en el entorno online el término “Jovenlandia”, que alude a un país imaginario en el que viven jóvenes racializados –de nuevo, fundamentalmente magrebíes– en cuya naturaleza –en cuanto que racializados, y en cuanto que magrebíes– están el delito y la agresión. La tendencia surge como reacción a la paulatina reducción de titulares de prensa en los que sistemáticamente se especificaba la nacionalidad de las personas extranjeras cuando estas cometían un delito. Muestras claras de racismo mediático que, tras muchas denuncias, parecen ir moderándose. Sin embargo, tenían un amplio público dentro de la conocida como fachosfera digital que, huérfana de repruebo sensacionalista, ha acuñado el término “Jovenlandia” en referencia a la inclinación de las cabeceras de prensa a corregir la mención de la nacionalidad con la expresión “un joven”.





Popularidad del término “Jovenladia” en las búsquedas de Google desde el año 2014.

Los medios de comunicación “no cuentan el origen real de casos de robo con violencia o violaciones”. “De manera habitual”, estos “no informan del origen de la delincuencia”; “hablan de la nacionalidad cuando el delincuente es español, pero cuando no lo es nos ocultan ese origen”. Quien pronuncia este discurso racista es Manuel Mariscal, diputado de Vox por Toledo, que se refirió en el Congreso al término “jovenlandés” como un concepto que pretende ayudar a “entender las causas del aumento de la inseguridad que se vive en España”. El meme salta a las instituciones del Estado, amplía su localización a todo el país y vincula un supuesto problema, de forma directa, con la nacionalidad –extranjera– de los delincuentes. Es decir, no era solo un meme.

Jorge Buxadé, eurodiputado por Vox y uno de los líderes del ala más ultrarreaccionaria del partido –del que fue vicepresidente hasta enero de 2024–, también ha echado mano de “Jovenlandia” en sus redes sociales últimamente. En su caso, la identificación entre criminalidad y origen joven es aún más explícita e inequívoca, hasta el punto de haber compartido un vídeo, de procedencia desconocida, en el que varios hombres racializados le explican a uno blanco por qué les parece aceptable violar a mujeres. “Jovenlandia. Sin palabras. Esto es lo que importamos para ser ‘diversos’”, tuitea junto al vídeo. El influencer de ultraderecha David Santos no ha querido quedarse atrás, y en su perfil de Instagram puede encontrarse una publicación con la descripción “Un sujeto de Jovenlandia va golpeando mujeres en el Metro de Barcelona”.

Incluso la RAE ha contribuido a esta campaña de repruebo racista con un tuit en el que compra, sin demasiado disimulo, la propuesta ultra de que los medios de comunicación “obvian” la nacionalidad de los delincuentes extranjeros.





La potencia de estos mecanismos del ‘silbato para perros’ se encuentra en su vocación de transversalidad. Del meme de la delincuencia en Barcelona al concepto de “Jovenlandia” hay apenas un paso en términos discursivos, pero este conlleva un enorme recorrido en lo ideológico. Así, dos streamers de videojuegos alejados de las cámaras de eco ultras, un comentarista deportivo de la televisión pública y el conductor de un podcast con una tendencia clara hacia lo reaccionario pueden estar participando de un mismo dog whistle del que luego sacará rédito la extrema derecha.

Los jovenlandeses son hombres españoles de ultraderecha

La realidad que muestra el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior es que los delitos cometidos en la ciudad de Barcelona en 2022 experimentaron una reducción del 20% con respecto a 2019, año que se toma como referencia comparativa para evitar las distorsiones provocadas por las restricciones pandémicas en 2020 y 2021. Madrid y Bilbao quedaron bastante lejos, aunque también mejoraron sus cifras (-9,6% y -8,7%, respectivamente), mientras que Valencia sufrió un incremento del 21%. Si bien los datos de 2023 empeoran, con un 10,2% más de criminalidad en Barcelona que el año anterior, los números siguen notablemente por debajo de los que había en 2019: 200.225 infracciones penales frente a las 166.710 de 2023. Es decir, la supuesta oleada de criminalidad en Barcelona es falsa.

Con esta falacia como base, todo el argumentario que se ha construido alrededor de la idea de que los medios de comunicación evitan mencionar la nacionalidad de los delincuentes para ocultar “el origen real” de la criminalidad es, simplemente, propaganda racista. Y tiene consecuencias: según un informe publicado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, las acusaciones por delitos de repruebo en el periodo 2018-2022 recayeron sobre ciudadanos españoles en un 79,9% de los casos, mientras que las víctimas de nacionalidad extranjera representaron un 83,3% del total.

El estudio hace una diferenciación específica para aquellas personas cuya agresión discriminatoria estuviese motivada por su pertenencia a un grupo o colectivo concreto, y dentro de este apartado, los acusados pertenecían mayoritariamente a grupos de extrema derecha (54,3%). De la misma manera, se han señalado también los perfiles de aquellas víctimas que formaban parte de algún colectivo, principalmente identificadas como “minorías étnicas, religiosas o colectivos vulnerables” (56,1%) o “extranjeros” (33,8%).

De existir “Jovenlandia”, estaría poblada por hombres españoles de extrema derecha que agreden a personas racializadas.




¿Lo del silbato de perro va por nuestro Perro Xanche?
 

Manufacturer

Será en Octubre
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Debido a la creencia actual de que el lenguaje es prácticamente magia es algo que preocupa enormemente a los progres.

Y sí, la persuasión existe y uno puede usar unas palabras u otras perfilar las cosas de un punto de vista o de otro.

Pero recordad, no se puede eliminar jamás el vínculo entre el lenguaje y la realidad, cuando eso sucede la gente acaba dándose cuenta tarde o temprano del engaño.

Si lo de jovenlandia funciona es debido a que los periodistas activamente están ocultando datos. Si ellos no lo hicieran el término se habría hundido en el olvido.

Es decir, siempre hace falta que la persuasión o manipulación tenga un fulcro de verdad, una conexión con lo que ocurre.

Buscad el fulcro para que no os tomen el pelo, que no os lo tome nadie.
No creas que es algo "de la izquierda", es algo del poder en general. Las palabras son magia, en inglés, deletrear tiene el mismo término que hechizo, y de alguna manera, el lenguaje es con lo que hechizan a las masas. Es algo recurrente y digno de estudio. Durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo cambiaron hasta el término inmunidad de rebaño.



-También la definición de banderilla, para meter esas nuevas sustancias experimentales sin antígeno y de ARN





-Si te dicen ciudad de 15 minutos, suena mejor que campo de concentración.
-Si te dicen desaceleración de la economía, no suena igual que decrecimiento.
-Si te dicen vacunar, no suena tan mal como exterminar.
-Si te dicen agenda 2030, suena mejor que planeta prisión.
-Si te dicen estela de condensación, puedes ridiculizar al que te diga que es una estela química...



Y así hasta el infinito. Tienes un listado de objetivos malignos disfrazados de fines bienintencionados.


Pero es que también se han sacado de la manga palabros como el bichito, violencia de género, cambio climático, etc. Sería cojonudo que pudiésemos hacer lo mismo, pero no tenemos el poder ni el altavoz público.
 

deckard009

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Bueno, son ellos, los propios periodistas progresistas los que han favorecido la aparicion y expansion del uso del termino jovenlandes.
Al obviar de forma intencionada la nacionalidad del perpetrador de un delito cuando este no es español. Pero, si detallandolo cuando lo es.

Son ellos mismos la fuente de ese termino. Y encima se enfada porque la descripcion de la RAE, la misma que yo doy, es "rasista" nada nuevo bajo el sol en la prensa "progresista", tiran la piedra y luego llaman rasista a todo el que les saque las vergüenzas.
 

toniguada

Funcionario del Olimpo
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IlloJuan y elBokerón, dos de los streamers españoles más reconocidos, están jugando en directo a un videojuego de supervivencia cuando, al encontrar un objeto que mejora los atributos defensivos de su personaje, uno de ellos bromea: “Ese chaleco antipuñaladas es perfecto para ir a Barcelona”. Ambos, alejados todo lo que pueden de posicionamientos políticos públicos, tampoco han hecho nunca un gran esfuerzo por ocultar su inclinación progresista. Sin embargo, acaban de reproducir ante decenas de miles de espectadores uno de los últimos dog whistle racistas de la extrema derecha.


Dog whistle significa, literalmente, “silbato para perros”, y en comunicación política se utiliza para explicar un mecanismo fundamental a la hora de entender las estrategias online de la extrema derecha. Integrados en la conversación pública –casi siempre bajo una pátina de humor–, y sin señales visibles que alerten sobre su contenido altamente ideologizado, estos dog whistle son mensajes o eslóganes que refuerzan y expanden de forma velada ciertos argumentos, a la vez que actúan como una suerte de ganchos discursivos que van atrayendo hacia las burbujas conversacionales de los nuevos fascismos a personas que, al menos a priori, no estaban buscando adentrarse en la idiosincrasia de un movimiento antidemocrático.


El ejemplo más evidente de esto –quizá incluso demasiado evidente para ser un dog whistle– es la expresión “que te vote Txapote”. Aunque en este caso el intento de ocultar el trasfondo ideológico no fue un éxito, sí lo fue su popularización. Utilizada en algunos casos como una simple consigna pegadiza, este eslogan ultra se convirtió en un cántico recurrente en contextos festivos de todo tipo. Si bien es innegable que había personas conscientes de ello, y conformes con la instrumentalización del terrorismo de ETA y su vinculación falaz con Pedro Sánchez y la izquierda cuando coreaban la frase, otras muchas simplemente se unieron al meme. Exactamente igual que creían estar haciendo los dos creadores de contenido malagueños con su chiste sobre el chaleco antipuñaladas, sin más intencionalidad que hacer humor con el manido aumento de la criminalidad en Barcelona.


La ideología del repruebo detrás del meme

Se pueden distinguir dos niveles en el funcionamiento de este dog whistle, diferenciables en términos de profundidad ideológica. El primero, más superficial, se reduce a presentar Barcelona –fundamentalmente, aunque existen variables– como poco menos que la capital mundial del delito. Es muy fácil escuchar o leer alusiones a la ciudad Condal en redes sociales acompañadas de una mención a robos, tortas, etc. Estas pueden quedarse ahí, como el ejemplo con el que arranca esta pieza, o introducirse en el segundo nivel: asociar esta supuesta inseguridad con un perfil muy concreto: hombre joven racializado, en la práctica totalidad de los casos de origen joven.


El periodista de RTVE Juan Carlos Rivero dio una muestra de ese segundo nivel en diciembre de 2022, durante la celebración del Mundial de fútbol de Catar. jovenlandia se enfrentaba a Portugal y el narrador quiso aclarar, de forma, como mínimo, innecesaria, un comentario de uno de sus compañeros: “[Los futbolistas marroquíes] roban y salen corriendo, que es un término estrictamente futbolístico”, dijo en pleno directo. X (entonces Twitter) se llenó de comentarios y bromas –también estrictamente– racistas, en una reacción desmesurada que demostraba el clima de repruebo latente hacia los migrantes del norte de África que ha propiciado el triunfo del dog whistle en cuestión.


Más de un año antes, el creador de contenido Jordi Wild ya andaba generando el caldo de cultivo perfecto para todo esto que ha ido construyéndose después. “Algo está pasando en Barcelona. Cada dos por tres: ‘Apuñalamiento en no sé dónde, víctima mortal…’. Aquí tenemos que ser realistas: está llegando una inmi gración que está causando problemas. Yo, en los vídeos que he visto, todos tenían pinta de marroquís o tal, tal, tal (sic). ¿Quién va con puñales y con machetes por la calle?”, sentenciaba en su podcast, ya en aquel momento uno de los más escuchados a nivel nacional y faro ideológico para muchísimos chavales y chavalas de edades muy tempranas.


“Jovenlandia”

De un tiempo a esta parte se ha popularizado en el entorno online el término “Jovenlandia”, que alude a un país imaginario en el que viven jóvenes racializados –de nuevo, fundamentalmente magrebíes– en cuya naturaleza –en cuanto que racializados, y en cuanto que magrebíes– están el delito y la agresión. La tendencia surge como reacción a la paulatina reducción de titulares de prensa en los que sistemáticamente se especificaba la nacionalidad de las personas extranjeras cuando estas cometían un delito. Muestras claras de racismo mediático que, tras muchas denuncias, parecen ir moderándose. Sin embargo, tenían un amplio público dentro de la conocida como fachosfera digital que, huérfana de repruebo sensacionalista, ha acuñado el término “Jovenlandia” en referencia a la inclinación de las cabeceras de prensa a corregir la mención de la nacionalidad con la expresión “un joven”.





Popularidad del término “Jovenladia” en las búsquedas de Google desde el año 2014.

Los medios de comunicación “no cuentan el origen real de casos de robo con violencia o violaciones”. “De manera habitual”, estos “no informan del origen de la delincuencia”; “hablan de la nacionalidad cuando el delincuente es español, pero cuando no lo es nos ocultan ese origen”. Quien pronuncia este discurso racista es Manuel Mariscal, diputado de Vox por Toledo, que se refirió en el Congreso al término “jovenlandés” como un concepto que pretende ayudar a “entender las causas del aumento de la inseguridad que se vive en España”. El meme salta a las instituciones del Estado, amplía su localización a todo el país y vincula un supuesto problema, de forma directa, con la nacionalidad –extranjera– de los delincuentes. Es decir, no era solo un meme.

Jorge Buxadé, eurodiputado por Vox y uno de los líderes del ala más ultrarreaccionaria del partido –del que fue vicepresidente hasta enero de 2024–, también ha echado mano de “Jovenlandia” en sus redes sociales últimamente. En su caso, la identificación entre criminalidad y origen joven es aún más explícita e inequívoca, hasta el punto de haber compartido un vídeo, de procedencia desconocida, en el que varios hombres racializados le explican a uno blanco por qué les parece aceptable violar a mujeres. “Jovenlandia. Sin palabras. Esto es lo que importamos para ser ‘diversos’”, tuitea junto al vídeo. El influencer de ultraderecha David Santos no ha querido quedarse atrás, y en su perfil de Instagram puede encontrarse una publicación con la descripción “Un sujeto de Jovenlandia va golpeando mujeres en el Metro de Barcelona”.

Incluso la RAE ha contribuido a esta campaña de repruebo racista con un tuit en el que compra, sin demasiado disimulo, la propuesta ultra de que los medios de comunicación “obvian” la nacionalidad de los delincuentes extranjeros.





La potencia de estos mecanismos del ‘silbato para perros’ se encuentra en su vocación de transversalidad. Del meme de la delincuencia en Barcelona al concepto de “Jovenlandia” hay apenas un paso en términos discursivos, pero este conlleva un enorme recorrido en lo ideológico. Así, dos streamers de videojuegos alejados de las cámaras de eco ultras, un comentarista deportivo de la televisión pública y el conductor de un podcast con una tendencia clara hacia lo reaccionario pueden estar participando de un mismo dog whistle del que luego sacará rédito la extrema derecha.

Los jovenlandeses son hombres españoles de ultraderecha

La realidad que muestra el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior es que los delitos cometidos en la ciudad de Barcelona en 2022 experimentaron una reducción del 20% con respecto a 2019, año que se toma como referencia comparativa para evitar las distorsiones provocadas por las restricciones pandémicas en 2020 y 2021. Madrid y Bilbao quedaron bastante lejos, aunque también mejoraron sus cifras (-9,6% y -8,7%, respectivamente), mientras que Valencia sufrió un incremento del 21%. Si bien los datos de 2023 empeoran, con un 10,2% más de criminalidad en Barcelona que el año anterior, los números siguen notablemente por debajo de los que había en 2019: 200.225 infracciones penales frente a las 166.710 de 2023. Es decir, la supuesta oleada de criminalidad en Barcelona es falsa.

Con esta falacia como base, todo el argumentario que se ha construido alrededor de la idea de que los medios de comunicación evitan mencionar la nacionalidad de los delincuentes para ocultar “el origen real” de la criminalidad es, simplemente, propaganda racista. Y tiene consecuencias: según un informe publicado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, las acusaciones por delitos de repruebo en el periodo 2018-2022 recayeron sobre ciudadanos españoles en un 79,9% de los casos, mientras que las víctimas de nacionalidad extranjera representaron un 83,3% del total.

El estudio hace una diferenciación específica para aquellas personas cuya agresión discriminatoria estuviese motivada por su pertenencia a un grupo o colectivo concreto, y dentro de este apartado, los acusados pertenecían mayoritariamente a grupos de extrema derecha (54,3%). De la misma manera, se han señalado también los perfiles de aquellas víctimas que formaban parte de algún colectivo, principalmente identificadas como “minorías étnicas, religiosas o colectivos vulnerables” (56,1%) o “extranjeros” (33,8%).

De existir “Jovenlandia”, estaría poblada por hombres españoles de extrema derecha que agreden a personas racializadas.




No entra más que lumpen, sin ningún control.
De la peor clase social, despojos de países despojo.
Seres sin nada que perder.
Gente que no puede aportar nada bueno a la sociedad y a la que nuestros políticos o les parece bien o les da igual que nos invadan.
Sin ningún control son abandonados o se les da una limosna para que sobrevivan sin control.
Gente que jamás va aportar más a la sociedad de lo que se les va dar.
Y eso, y solo eso, es lo que entra por el sur y por los aeropuertos.
Y los me gusta la fruta de nuestros políticos o avalando la inmi gración ILEGAL o cuando menos mirando para otro lado.
4 millones de parados y dicen que necesitamos más gente.
me gusta la fruta.
 

Glaucón

Madmaxista
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27 Jul 2014
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No creas que es algo "de la izquierda", es algo del poder en general. Las palabras son magia, en inglés, deletrear tiene el mismo término que hechizo, y de alguna manera, el lenguaje es con lo que hechizan a las masas. Es algo recurrente y digno de estudio. Durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo cambiaron hasta el término inmunidad de rebaño.
¿Qué está leyendo, mi señor? palabras, palabras, palabras.
 
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18 Oct 2008
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Horrorizonte
primero les llamaban menas, hasta que la palabra inundó los titulares de las noticias y la gente empezó a decir, estos menas...
entonces dijeron que eso de llamarles mena era racista
luego les llamaron jóvenes... hombres, o nacidos en el 78
y ahí estamos