Rota de dolor. Así está Severina horas después de que su hijo de 18 años, y con problemas mentales según su versión, asesinara a una menor de 14 años con la que mantenía una relación sentimental desde hace varios años. Según ha revelado Severina, ella no estaba de acuerdo con la relación por lo que su hijo vivía con la menor en el domicilio de la progenitora de esta desde hace un año. "Ellos llevaban bastante tiempo, desde que ella tenía 11 ó 12 años. Yo no estaba de acuerdo con la relación porque mi hijo le llevaba años y tenía problemas mentales. Hable con su progenitora y ella sí estaba de acuerdo con la relación. Cuando mi hijo cumplió 18 años, su progenitora se lo llevó a vivir con ellos, no porque se hubiera peleado con nosotros sino porque yo no estaba de acuerdo con la relación. Llevaba un año viviendo con ellos."
Pedió a Mayte que firmara un documento ante los mossos diciendo que se responsabilizaba de cualquier cosa que pasase
Consciente de la enfermedad mental de su hijo, Severina intentó que Mayte, la progenitora de la menor, firmase un documento ante los Mossos en el que se dijera que se hacía responsable de cualquier cosa que sucediese. "Cuando hablé con Mayte y le dije que mi hijo tenía problemas mentales y su niña era menor de edad le dije que fuéramos a los mossos para hacer un papel en el que ella diga que está conforme con que vive en su casa y que cualquier cosa que pasase ella es responsable. Mi hijo se hace daño él mismo porque no está mentalmente bien", ha dicho Severina que ha explicado que nunca llegó a firmarse ese documento. "En ningún momento lo quiso firmar. Se lo dije en tres ocasiones porque mi hijo no estaba bien de la cabeza. Yo soy su progenitora y sé que no estaba bien. Era un niño tranquilo y nunca había tenido problemas todo el mundo lo quiere."
Severina asegura que su hijo no iba al psiquiatra desde abril
El hijo de Severina estaba en tratamiento desde que fue atropellado, accidente que le provocó los trastornos. Sin embargo, poco después de marcharse de casa, dejó de visitar a su médico. "Tomaba medicación y lo miraba un psiquiatra. Hoy llamé a su médico y me dijo que desde abril no le visitaba, y desde entonces no toma los medicamentos", ha dicho Severina que ha confirmado que Mayte, la progenitora de la menor asesinada, estaba al tanto de los problemas de su hijo.
"Mi hjio era un niño tranquilo"
Horas después del asesinato, Severina desconoce los motivos que llevaron a su hijo a cometer el crimen. "No sé que ha pasado. El me dijo que no habían terminado, que estaban bien. Se enfadaban y volvían. Eso era lo que pasaba. Mi hijo era un niño tranquilo y ella también, Yo la quería mucho y yo la trataba como otra hija. Nunca vi nada, se querían", ha dicho Severina, que ha asegurado que su hijo nunca protagonizó un episodio violento. "Yo avisé a su progenitora. Cuando llegó a casa salí a buscarla porque tuve una corazonada. Recogí a su hermano y fuimos al piso y nadie abría. Fuimos donde un amigo y me dijo que había ido hace 10 minutos. Llamé a la progenitora para decirle que la llamara porque le había hecho algo pero ella decía que no."
"Mi hijo debería estar en un psiquiátrico. He pedido ayuda y no se la han dado"
Los problemas del malo confeso comenzaron tras un accidente. Fue atropellado y entonces comenzaron los trastornos. "Los mossos los sabían desde hace dos años poco porque se desaparecía y se lesionaba. No ha sido violento, caminaba y caminaba pero nunca me faltó el respeto a mí, ni a su hermano, ni a nadie.Yo le dije a su doctora que me diera los medicamentos pero me dijo que se los daba si él se los pedía porque era mayor de edad", ha explicado Severina, que se ha quejado de la falta de ayuda. "Mi hijo debería estar en un psiquiátrico. No le han dado la oportunidad. He pedido ayuda y no se la han dado."
Según la progenitora, el elemento llevaba un buen tiempo viviendo en casa de los padres de la niña. Su relación había comenzado cuando la asesinada tenía 11 y el malo 16 o así. Los padres de la niña estaban de acuerdo con la relación aunque el chico tuviese problemas mentales. Todo eso según la progenitora.
Vamos, de todo menos normal. Aquí o la progenitora miente o todos los implicados son cortos de mente. Es como meter a un león en una guardería y esperarte a que todos salgan ilesos.
:. DEP.
