Hay algo de la vida de James Wallestein que, a quienes hayan visto su serie de vídeos de "La historia de mi vida" en Canarias, Barcelona, Andorra, otra vez Barcelona y finalmente los USA, les tiene que haber hecho pensar como a mí: ¿cómo es que no salía de un tinglado y ya se metía en otro? Ha sido constantemente así tanto a nivel familiar, como personal como profesional. En el tema familiar no ha sido culpa suya; en el personal es otra historia; lo de las novias da para que Steven Spielberg encuentre presupuesto para la película.