El diario El Mundo publicaba ayer una información tan interesante como prolija, ya que nada menos que
18 es el número de líos amorosos que se pueden contabilizar en la pequeña cúpula política de Podemos. ¿Tiene esta gente relaciones fuera del partido? ¿Hay alguien del partido que no tenga la consiguiente relación? ¿Cómo llamar a eso? ¿Endogamia o algo peor?
El cuadro publicado por El Mundo resulta bastante ilustrativo de cara a visualizar los “match” de este Tinder político que es Podemos algunos de los cuales son conocidos y otros menos, pero en cualquier caso
abundantes y significativos.
Podría pensarse que no hay nada malo en que las personas que forman parte de un mismo partido generen relaciones significativamente románticas, heterosexuales, patriarcales y familiares al modo tradicional entre ellas, pero hay algo raro en todo esto a poco que lo pensemos, y sobre todo una sobreabundancia de supuestos raros que dan lugar a un acumulado que limita ya con lo sospechoso.
Para empezar, que una ministra sea la mujer del vicepresidente es raro. De todas las mujeres que hay en España, ¿casualmente la mejor preparada para el puesto es justo la mujer del vicepresidente?
Naturalmente el vicepresidente, además de vicepresidente y marido de la ministra, es secretario general del partido, puesto que ya ha anunciado su propósito de dejar algún día para que pueda sucederle en el mismo… su mujer. De entre todas las personas que forman parte de Podemos, tampoco considera que haya ninguna mejor preparada para el cargo que casualmente su mujer. Podríamos llamarlo de otro modo, pero la definición de
nepotismo parece encajarle a la cúpula de Podemos a la perfección.
Todos los demás casos también resultan llamativos. ¿Ha tenido Errejón últimamente alguna novia que no fuera del partido? ¿Cuántas personas que actualmente ostentan un cargo en Podemos y cobran una nómina han tenido relaciones con los máximos dirigentes de Podemos? La persona mejor preparada para ocupar un puesto, ¿no es significativamente frecuente que sea alguien que ha tenido una relación con los líderes del partido? ¿Ligan tanto los líderes de Podemos con personas que antes, durante o después no cobren una nómina o no tengan un cargo a través de Podemos? ¿Cómo llamaríamos a que alguien ligara más con las personas que tiene por debajo en el partido que con las personas de fuera del partido? ¿Empodera…miento?
Más que un partido progresista y republicano, Podemos más parece una pequeña corte del Antiguo Régimen, con sus interesados e interesantes líos, tortas y entresijos. Lo de las puertas giratorias resulta un mal endémico en todos los partidos, pero en el caso de Podemos parece añadir de forma particular un cierto componente erótico y morganático.
En la imagen que ilustra la noticia no aparecen aunque se mencionan en el artículo a
Ione Belarra y
Ada Colau. Belarra contrató a su novio,
Ignacio Eduardo Ramos, como asesor en el Congreso; y
Ada Colau colocó en un puesto remunerado del partido a su marido.
3 en 1: Agencia matrimonial, agencia de colocación y partido político
Ante este tipo de situaciones se suele alegar que todo es legal y que tampoco puede ocurrir que ser la pareja, el hijo o el hermano de alguien sea un perjuicio para esta persona. Vamos, que tan intolerable resultaría que fuera un beneficio como un perjuicio. Lo que sucede es que cuando un pariente, amor o ex-amor alcanza un cargo hay que hacerse las preguntas pertinentes. ¿Ha dejado un puesto y un sueldo estratosférico en la NASA para llegar al nuevo puesto? Con un país de casi 50 millones de habitantes, de entre todas las personas que no son tu prima, tu novia o tu hermano, ¿no había nadie mejor para ocupar el puesto? ¿Y esto pasa también con todas las primas novias y hermanos del resto de la cúpula del partido? Como poco el caso de Podemos parece raro y no queda bonito. Más aún cuando lo practican personajes que supuestamente vienen a luchar contra la corrupción, las puertas (o camas) giratorias y la política de castas. Ya sólo por eso ningún primo o exnovio debería dar el perfil salvo que fuera un portento que pierde categoría profesional y dinero al aceptar el cargo que su primo o su ex le viene ofreciendo. Cosa que por cierto no parece el caso de ninguno de ellos.
