VIOLENCIA DOMÉSTICA CONTRA LAS MUJERES
TRATAMIENTO INFORMATIVO
Valoración
1. No es una noticia convencional y, por tanto, debe valorarse con las debidas cautelas
Si su inclusión en el informativo o sección no responde a una valoración informativa adecuada, el resultado
puede ser pernicioso. Hay que dejar claro que los malos tratos son un problema social, y que la violencia
contra las mujeres constituye un atentado contra el derecho a la vida, la dignidad y la integridad física
y psíquica de las víctimas; en definitiva, un atentado contra ellas y contra sus derechos humanos.
Quienes la padecen presentan un perfil que no se corresponde con el de las víctimas de un suceso aislado.
Nótese la discriminación contra -digamos- una mujer víctima de un robo a mano armada.
Los malos tratos son un delito cuyo origen está en la consideración de inferioridad de las mujeres, y no
se puede presentar como un crimen pasional. Por tanto, las noticias referidas a la violencia contra las mujeres
deben ubicarse en las secciones de sociedad, y nunca como sucesos.
También es importante cuidar la confección del bloque de noticias que rodean a la que se presenta. Un
caso de violencia de género a continuación de una noticia sobre un ajuste de cuentas entre bandas, por ejemplo,
un incendio o un accidente, induce a una lectura muy diferente a la pedagogía social que se pretende.
Nótese la expresión "pedagogía social". "Pedagogía" significa "guía de NIÑOS". Quien quiere hacer "pedagogía social" considera que los ciudadanos son NIÑOS.
Se trataría, entonces, de un suceso aislado o fortuito y no de un problema de profundas raíces sociales.
2. Evitar el efecto narcotizante
La opinión general es que deben darse todas las noticias de violencia doméstica con resultado de muerte,
No así para los hechos delictivos "convencionales" con resultado de muerte, que quedan relegados a la prensa local.
así como sentencias judiciales, incumplimiento de las mismas y, en general, todas las noticias que contribuyan
a evidenciar la raíz del problema, tanto las que critiquen deficientes actuaciones como las que aporten
posibles soluciones.
Dar a conocer a la sociedad que un asesinato, una agresión, ha tenido su castigo, sitúa en el camino hacia
la tolerancia cero con los malos tratos.
Ahora bien, este tipo de informaciones, dadas de forma continuada, puede generar en la audiencia un
efecto narcotizante. Para evitarlo, las y los profesionales deben plantearse tratamientos informativos diferentes
y novedosos, evitando fórmulas del estilo de “un caso más”, “otro caso de...”, y sí remarcando, por
ejemplo, los aspectos que podrían haberlo evitado.
Otra sugerencia es aportar material de apoyo, contextualizando la información, así como buscar ramificaciones
del problema: salidas, nuevos proyectos, campañas.
Habría que hacer lo posible por conseguir de las y los profesionales, pero también de las empresas, el compromiso
de no buscar rentabilidad económica o en términos de audiencia con este tipo de informaciones.
4. Es necesaria una rigurosa investigación
Las noticias referidas a los malos tratos contra mujeres, por sus especiales características, exigen una
rigurosa investigación y contraste.Y sólo después de las oportunas averiguaciones, y si así se dedujere, se
deberá contextualizar la noticia dentro de lo que se conoce como violencia contra las mujeres.
Sería deseable no aplicar clichés de urgencia, irreflexivos y no comprobados. Puede ser políticamente
correcto, dado el peso cultural del androcentrismo, pero alejado de la ética profesional.
5. No vale como referencia la plantilla habitual de una noticia de sucesos
Los malos tratos domésticos no son un suceso, un hecho aislado, o algo que ocurre de forma accidental,
sino que se enmarcan en un problema más amplio, el de la violencia contra las mujeres, en el que se debe
situar evitando la tentación de buscar móviles convencionales.
Lo de siempre: Si un esquizofrénico mata a su pareja no es porque sea esquizofrénico, es porque se ha dicho a sí mismo: "Voy a a reforzar el poder patriarcal matando a mi pareja". Todos hemos leído noticias así.
Datos sí, pero con criterio
Es TREMENDO que una guía para PRESENTAR INFORMACIÓN incluya una línea que diga "Datos sí". El ánimo censor de fondo de quien ha redactado este engendro se transluce en frases así.
Determinadas informaciones sobre desavenencias conyugales pueden ser erróneamente interpretadas, e inducir
a pensar que los malos tratos pueden ser consecuencia lógica de una situación de deterioro. Por el contrario,
subrayar las buenas relaciones de la pareja, es un argumento que podría avalar la hipótesis del arrebato pasional
Prohibido informar sobre si la pareja iba bien o mal. Verboten.
6. Atención a los testimonios cercanos al agresor o la víctima
En muchos casos son testimonios inducidos por las preguntas de quién informa y entre personas sin preparación
para hablar ante los medios. Obnubiladas por su momento de gloria ante las cámaras, no son conscientes
en la mayoría de los casos de la trascendencia de sus declaraciones. En otras ocasiones, pueden ser
parte interesada.
En general, el vecindario, la familia y quiénes se prestan a dar testimonio suelen sugerir hipótesis más
que dar información fiable sobre lo sucedido.Valoran según sus referencias culturales y con frecuencia irreflexivamente
ante las preguntas insistentes del o la periodista que intenta encontrar sonidos e imágenes para
ilustrar la noticia.
Son también quienes mejor sabían los antecedentes del suceso, pero como sobre este tema ya no se trata de informar, sino de hacer "Pedagogía social"...
Deben extremarse, además, las cautelas con aquellas personas que únicamente buscan notoriedad, presencia
gratuita ante las cámaras, defensa interesada del agresor, o las que aportan detalles morbosos carentes de interés.
7. Consultar opiniones de personas expertas, sentencias judiciales, campañas de
información y prevención, ayudan a ubicar adecuadamente el problema
En contra de lo que pudiera parecer, hay un gran desconocimiento entre las víctimas de la violencia sobre
el camino a seguir para poner fin a su situación. En muchas ocasiones, las propias víctimas no son siquiera
conscientes de que lo son. Pero las informaciones de servicio público no se improvisan: hay que asesorarse.
Es aconsejable instar a la audiencia a informarse antes de denunciar.A veces, las buenas intenciones juegan
malas pasadas y hay riesgos que no debemos correr.
Las asociaciones de mujeres maltratadas apenas aparecen en el relato de estas noticias. Se les consulta
para contrastar datos pero casi nunca se incluyen declaraciones de estos colectivos.
8. Es importante destacar las denuncias previas, procesos judiciales pendientes,
órdenes de alejamiento...
Es importante completar la información sobre las circunstancias que rodean cada caso, los antecedentes policiales
o judiciales, los incumplimientos de las medidas adoptadas o la asistencia recibida por la víctima.Todo ello
con el objetivo de alertar sobre los posibles riesgos futuros a que están expuestas las mujeres maltratadas.
No obstante, hay que tener en cuenta la influencia que sobre otras víctimas pueden ejercer un tratamiento
alarmista de dichos riesgos, ya que disminuiría su confianza en el apoyo que pueda recibir su denuncia.
...el que esa "confianza" esté justificada o no (NO lo está) importa muy poco a quien ha redactado este engendro.
Forma
9. Identificar claramente la figura del agresor
Una conciencia profesional escrupulosa nos llevaría a no mostrar al agresor mientras no haya sentencia.
Aunque determinadas personas son partidarias de dar nombres y apellidos de los agresores siempre que haya
evidencias suficientes sobre su culpabilidad, conviene extremar la cautela en esta cuestión, ya que un error
de identidad –se han dado casos– puede tener consecuencias imprevisibles que conviene evitar.
En cualquier caso sí es importante dejar claro quién es el agresor, y quién la víctima.Y más importante
aún es definir claramente de cómo es el maltratador, su manera de actuar y su comportamiento público o
privado, porque ello ayudaría sobremanera a que muchas mujeres puedan tomar conciencia de su situación
de riesgo.
10. Cautela en la identificación de la víctima
Nunca se deben utilizar sonidos o imágenes “robados” de la víctima. Sólo se divulgará la imagen si es consentida,
pero no al calor de los hechos, sino una vez recuperados la autoestima y el equilibrio emocional y
con el consiguiente asesoramiento.
Cabe preguntarse sobre la conveniencia de mostrar los efectos de los malos tratos, y en qué medida no
se caería en un morbo fácil. Divulgar las secuelas podría ser una buena herramienta para hacer pedagogía
social, pero en todo caso debe prevalecer el respeto a la integridad moral de las víctimas.
Otra vez. Somos niños para ellos.
11. Evitar la criminalización de las víctimas
Deben evitarse aquellos recursos de ocultación de las víctimas que den apariencia de criminalización:
efecto mosaico, tiras en ojos, disfraces, distorsiones de voz... Se aconseja utilizar otros medios de estética
menos agresiva: contraluces, juegos de sombras, voces en OFF...
En todo caso, el apoyo gráfico de la información debe respetar la dignidad de la persona. Debe realizarse
una reflexión a fondo sobre la oportunidad de mostrar ,o no, la imagen de víctimas mortales de malos
tratos.
12. La reconstrucción de los hechos es un recurso no exento de riesgos
Sobre todo en programas o en grandes reportajes, a veces se atraviesa la frontera entre el legítimo acercamiento
a la realidad y los aditamentos morbosos tratados de manera acrítica.
Las reconstrucciones son útiles cuando se utilizan con afán informativo y cuando son necesarias para la
comprensión de los hechos. Los detalles e imágenes escabrosas no inducen al rechazo del maltrato en sí, lo
que hacen es dar forma al espectáculo.
En ocasiones se ha recurrido a escenas de películas u obras de teatro. Pueden ser una alternativa válida
si el fragmento elegido no tiene contenido morboso y se hace con las debidas cautelas. La fabulación de los
hechos, una recargada puesta en escena o la utilización de imágenes ficticias puede dar un enfoque irreal del
problema.
13. Los recursos estéticos y la narrativa habitual en los reportajes de los programas de
sucesos no debe utilizarse en la realización de noticias sobre violencia contra las mujeres
El espectador podría asociar inconscientemente una noticia a otra al tener una similar factura.
Otra vez la desigualdad con respecto a un atraco o un secuestro.
La cámara
subjetiva, el travelling en mano y una música intencionada evocan inexorablemente una secuencia de misterio
o de terror.Y no hablamos de eso.
Además, hay que prestar atención a la ambientación musical de los reportajes. Las canciones con texto
más o menos alusivos al asunto tienen que ver con historias pasionales, de celos..., tópicos de otros tiempos
más rancios, que inducen a lecturas equivocadas.
Cabe decir que, aunque todas estas consideraciones puedan hacer menos atractiva visualmente la información,
la violencia contra las mujeres debe acometerse con seriedad y rigor, sin fuegos de artificio que puedan
distraer del contenido real de la noticia a quien la recibe.
Lenguaje
14. Un lenguaje puramente informativo y una buena dosis de sensibilidad
Resulta imprescindible escapar de los tópicos, frases hechas, comentarios frívolos o clichés. La utilización
de un lenguaje violento desvirtúa las razones de la agresión. Frases del estilo "certera puñalada", "cadáver
ensangrentado", "cosida a cuchilladas", "había una gran mancha de sangre", dirigen la atención a aspectos
colaterales, incompatibles con los motivos reales de la agresión.
Se desalienta el informar de HECHOS para centrarse en "motivos reales" más que discutibles (como el calificar de "violencia machista" un crimen cometido por un esquizofrénico)
15. Calificación
Aunque no hay un consenso en esta cuestión, se ha difundido de manera bastante generalizada la calificación
“violencia de género”, utilizada también por distintas instituciones y foros internacionales. No obstante,
y dado que se trata de comunicar, el término “violencia de género” no resulta claro para el público.
Será aconsejable, cuando se utilice, acompañarlo de expresiones como “violencia contra las mujeres en el
ámbito doméstico”, “violencia masculina en la familia” o “violencia contra las mujeres en general” que facilitan
la comprensión de la noticia. Así se consigue a un tiempo la precisión en el lenguaje y la comunicación
con el o la receptora.
Se asimila "violencia de género" con "violencia masculina"...y encima hablan de "precisión en el lenguaje".
16. Cuidado con los adjetivos
Las noticias de violencia doméstica son un hecho complejo que necesita una explicación detallada, mesurada
y alejada de frivolidades. El tema, en términos de interés objetivo de la audiencia, es lo suficientemente
atractivo como para no necesitar elementos de seducción añadidos.
Utilizar adjetivos como “celoso” o “bebedor” para definir al agresor nos acercan a la exculpación.
Se desalienta -de nuevo- contar QUÉ PASÓ, que es -supuestamente- el objetivo del periodista
Decir
de la víctima, por ejemplo, que “era joven y guapa”,”salía con amigas” o “tenía un amante” desvían el foco de
lo verdaderamente importante y nos acerca también a la disculpa o la comprensión del maltratador.
Ídem
Conviene no olvidar los aspectos humanos de la víctima y obviar los comentarios que la pueden desprestigiar
o que desvíen la atención.
Ídem. Nótese como se alienta contar cosas buenas sobre las víctimas ("aspectos humanos") pero no cosas malas ("que la puedan desprestigiar"). ¡Y todo en nombre de "informar correctamente"!