Ardo en deseo de ver a los covidiotas liberticidas aplaudidores de cierres de negocios y encierros forzosos descubrir que el gobierno "es malo" porque les ha tocado un euro de su paga. Porque claro, llevar a la ruina a millones, eso tiene un pase, pero vamos, tocarme el sueldo, ¡Eso es inadmisible!
Lo siento por los justos entre los que inmodestamente me incluyo. Pero un pueblo que renuncia a sus derechos de buen grado, que accede voluntariamente a ser estabulado y que confía ciegamente en quienes ostensible y notoriamente mienten -recordenos el discurso antimascarillas de marzo y abril de 2020- sólo puede ser inexorablemente porculizado.
Lo que se viene va a parecerse mucho a los años 90 en la ex Unión Soviética. Suerte a todos.