Nefersen
Nuncio Apostólico
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Howard Hughes heredó con 19 años la empresa Hughes Tool Company, lo que le proporcionaba la impresionante renta de 50 millones de dólares anuales de 1924 (un equivalente a 726 millones actuales).
Con este dinero se dedicó a producir películas -como Hells Angel (que costó la increíble cifra de 3.8 millones y recaudó 8 ---116 millones actuales, sólo en EEUU!!!), y a fabricar aviones, montando su propia compañía aérea.
https://s14-eu5.startpage.com/cgi-bin/serveimage?url=https:%2F%2Fwww.history.com%2F.image%2Far_16:9%252Cc_fill%252Ccs_srgb%252Cfl_progressive%252Cg_faces:center%252Cq_auto:good%252Cw_768%2FMTU3OTIzNTc2MzgzNjEyODc4%2F7-things-you-may-not-know-about-howard-hughess-antiestéticatured-photo.jpg&sp=418640e7400e91130c34141048481c3a
Más tarde, compró la mayoría de la TWA por siete millones de dólares, que consiguió vender en 1966 por 547 millones (4.321 millones de hoy) -convirtiéndose en el primer billonario del mundo.
Sus problemas mentales - un trastorno obsesivo compulsivo-, no le impedía ser un as de las finanzas. Muchas veces por pura necesidad. Por ejemplo, durante un periodo de reclusión en Las Vegas quisieron echarlo de la suite que ocupaba, así que compró todo el hotel. Entonces vió que era un buen negocio, y se dedicó a comprar todos los hoteles y casinos de la ciudad, convirtiéndose en el mayor propietario. Todo ese conjunto se revendió años más tarde por 10 veces su precio.
En esta época se pasaba el día encerrado viendo películas en televisión. Pero como no le gustaba la programación, compró la cadena para poder programar las películas que él prefería. Esta cadena se convirtió en la más popular de la ciudad.
Los últimos 30 años de su vida los pasó encerrado en habitaciones de hotel, viendo películas y drogándose con codeina inyectada, sin dejarse ver ni tener contacto por nadie.
Lo que es curioso de este personaje es que, con todo el dinero que tenía, siempre se negó a tener una vida lujosa. De joven era conocido por tener el peor coche de Hollywood. Cuando algún amigo se lo hacía notar, contestaba: "Soy demasiado rico para presumir de coche".
Cuando compró los estudios RKO jamás los visitó. Pasó por delante y comentó que necesitaban una mano de pintura, pero nunca entró. Extrañamente, dirigía este estudio desde un despacho alquilado en los estudios de la Paramount, su competencia.
Ese despacho era de segunda fila, un cuartucho de cuatro metros por tres, con una mesa, dos sillas y un teléfono. Disponía, eso sí, de una sala de proyección privada, permanentemente alquilada, donde a veces se encerraba durante meses sin salir. Es inexplicable por qué una persona que podía haberse construído un palacio para sí mismo, prefiriera dirigir todo desde aquel cutre despacho. Y sin embargo, allí recibía a estrellas y ejecutivos de primera fila, a quienes sentaba en las cutres sillas de madera.
No se trataba de tacañería. Por ejemplo, tenía estas casas sólo en Los Ángeles:
Pero las útilizaba únicamente para hacer fiestas, o prestárselas a sus amantes.
Él residía en un pequeño bungalow de 70 metros en el Hotel Beverly Hills, con una decoración espartana.
Una cama, una mesa, una silla y muchos teléfonos. Su comida preferida no eran champán y caviar, sino agua y guisantes, que comía todos los días.
Ni siquiera una cama de matrimonio, sino nivel residencia de estudiantes:
Hacia el final de su vida, le bastaba con ocupar un solo dormitorio en los hoteles donde residía, si bien alquilaba toda la planta alta del edificio para alojar a sus "ayudantes" -mormones abstemios que se encargaban de inyectarle la droja.
Cabe preguntarse si el hecho de tener tanto dinero desde que nació, no le otorgó a Howard un desprecio por lo material, y buscar refugio primero en un mundo de creatividad -sea como productor o director, o como ingeniero aeronáutico o piloto-, despreciando completamemente todo aquello que se puede comprar con dinero, y que, naturalmente, para él no suponían ningún reto, ni tampoco ninguna satisfacción personal.
Murió sin herederos y sin testar. Su fortuna finalmente fue para el Estado y para 22 primos lejanos que jamás lo conocieron en vida.
Con este dinero se dedicó a producir películas -como Hells Angel (que costó la increíble cifra de 3.8 millones y recaudó 8 ---116 millones actuales, sólo en EEUU!!!), y a fabricar aviones, montando su propia compañía aérea.
https://s14-eu5.startpage.com/cgi-bin/serveimage?url=https:%2F%2Fwww.history.com%2F.image%2Far_16:9%252Cc_fill%252Ccs_srgb%252Cfl_progressive%252Cg_faces:center%252Cq_auto:good%252Cw_768%2FMTU3OTIzNTc2MzgzNjEyODc4%2F7-things-you-may-not-know-about-howard-hughess-antiestéticatured-photo.jpg&sp=418640e7400e91130c34141048481c3a
Más tarde, compró la mayoría de la TWA por siete millones de dólares, que consiguió vender en 1966 por 547 millones (4.321 millones de hoy) -convirtiéndose en el primer billonario del mundo.
Sus problemas mentales - un trastorno obsesivo compulsivo-, no le impedía ser un as de las finanzas. Muchas veces por pura necesidad. Por ejemplo, durante un periodo de reclusión en Las Vegas quisieron echarlo de la suite que ocupaba, así que compró todo el hotel. Entonces vió que era un buen negocio, y se dedicó a comprar todos los hoteles y casinos de la ciudad, convirtiéndose en el mayor propietario. Todo ese conjunto se revendió años más tarde por 10 veces su precio.
En esta época se pasaba el día encerrado viendo películas en televisión. Pero como no le gustaba la programación, compró la cadena para poder programar las películas que él prefería. Esta cadena se convirtió en la más popular de la ciudad.
Los últimos 30 años de su vida los pasó encerrado en habitaciones de hotel, viendo películas y drogándose con codeina inyectada, sin dejarse ver ni tener contacto por nadie.
Lo que es curioso de este personaje es que, con todo el dinero que tenía, siempre se negó a tener una vida lujosa. De joven era conocido por tener el peor coche de Hollywood. Cuando algún amigo se lo hacía notar, contestaba: "Soy demasiado rico para presumir de coche".
Cuando compró los estudios RKO jamás los visitó. Pasó por delante y comentó que necesitaban una mano de pintura, pero nunca entró. Extrañamente, dirigía este estudio desde un despacho alquilado en los estudios de la Paramount, su competencia.
Ese despacho era de segunda fila, un cuartucho de cuatro metros por tres, con una mesa, dos sillas y un teléfono. Disponía, eso sí, de una sala de proyección privada, permanentemente alquilada, donde a veces se encerraba durante meses sin salir. Es inexplicable por qué una persona que podía haberse construído un palacio para sí mismo, prefiriera dirigir todo desde aquel cutre despacho. Y sin embargo, allí recibía a estrellas y ejecutivos de primera fila, a quienes sentaba en las cutres sillas de madera.
No se trataba de tacañería. Por ejemplo, tenía estas casas sólo en Los Ángeles:
Pero las útilizaba únicamente para hacer fiestas, o prestárselas a sus amantes.
Él residía en un pequeño bungalow de 70 metros en el Hotel Beverly Hills, con una decoración espartana.
Una cama, una mesa, una silla y muchos teléfonos. Su comida preferida no eran champán y caviar, sino agua y guisantes, que comía todos los días.
Ni siquiera una cama de matrimonio, sino nivel residencia de estudiantes:
Hacia el final de su vida, le bastaba con ocupar un solo dormitorio en los hoteles donde residía, si bien alquilaba toda la planta alta del edificio para alojar a sus "ayudantes" -mormones abstemios que se encargaban de inyectarle la droja.
Cabe preguntarse si el hecho de tener tanto dinero desde que nació, no le otorgó a Howard un desprecio por lo material, y buscar refugio primero en un mundo de creatividad -sea como productor o director, o como ingeniero aeronáutico o piloto-, despreciando completamemente todo aquello que se puede comprar con dinero, y que, naturalmente, para él no suponían ningún reto, ni tampoco ninguna satisfacción personal.
Murió sin herederos y sin testar. Su fortuna finalmente fue para el Estado y para 22 primos lejanos que jamás lo conocieron en vida.