El Irán islámico es, probablemente, el estado con mayor determinación de los últimos 35 años. Desde occidente les han forzado a librar guerras brutales e interminables con sus vecinos, les han tratado de poner de rodillas con sanciones económicas eternas, con amenazas militares, con aislamiento internacional, con revoluciones de colores… e Irán sigue fortísimo, con una cohesión interna que ya nos gustaría a cualquier país de la UE, con soberanía política y militar absoluta, con su ejército contando con uno de los mejores cuerpos de élite del mundo, con una incipiente industria militar propia, con autoridad moral sobre una una comunidad entera (los chiítas) y con una capacidad de superviviencia a prueba de bombas.
Nadie quiere enfrentarse a Irán en una guerra porque sabe que Irán, además de tener un ejército serio, misiles de medio alcance propios y probablemente ya ojivas nucleares, tiene algo que no tiene ningún país de occidente, ni siquiera Rusia: La opinión pública de Irán nunca va a ser un inconveniente a la hora de librar una guerra total. Irán es de las pocas naciones involucradas en el tablero sirio que puede ir a una guerra con todo. Nadie quiere un enfrentamiento directo con Irán. Turquía implosionará internamente si intenta medirse el miembro viril con los persas.