Chispeante
Madmaxista
- Desde
- 26 Ago 2012
- Mensajes
- 6.246
- Reputación
- 18.938
Será en el Calderón, a eso de las 21:30, con la complicidad de Atlético de Madrid. Miles de asilvestrados independentistas, vocingleros, histéricos y acomplejados, ebrios de endogamia y fanatismo, silbarán al Himno que nos representa por el mundo. Será en el Calderón y no en el Bernabeu, porque los madridistas, una vez más, en el sagrado ejercicio de la caballerosidad que nos distingue y a la que nos obliga nuestro escudo, les hemos vetado el paso y el rebuzno a las hordas separatistas. Compromiso, patria y señorío, como ya es tradición, tiene su solar en la Castellana. Por algo somos el club más grande de la Historia, por defender unos altísimos valores y llevarlos, pese a quien pese, inmunes a las consecuencias, hasta sus últimos términos.
Siempre es un orgullo, y una responsabilidad, ser madridista, pero es en días y ocasiones como estas, en las que camino con el pecho henchido y exhibo mi firme adhesión a la causa madridista. Gracias Dios, por haberme dado esta patria llamada España y este título nobiliario que es el Madridismo.
p.d. Los atléticos si eso, ya podéis pasar luego a recoger los vómitos y los orines de los culés.
p.d. II. Lógicamente no voy a rebajarme a contestar a insulto alguno. Los axiomas y las verdades categóricas ni se discuten ni se defienden. Se muestran resplandecientes como verdades indiscutibles que son. Que algunos no seáis capaces de comprenderlo, no es asunto mío y ni es mi competencia el resolverlo.
Siempre es un orgullo, y una responsabilidad, ser madridista, pero es en días y ocasiones como estas, en las que camino con el pecho henchido y exhibo mi firme adhesión a la causa madridista. Gracias Dios, por haberme dado esta patria llamada España y este título nobiliario que es el Madridismo.
p.d. Los atléticos si eso, ya podéis pasar luego a recoger los vómitos y los orines de los culés.
p.d. II. Lógicamente no voy a rebajarme a contestar a insulto alguno. Los axiomas y las verdades categóricas ni se discuten ni se defienden. Se muestran resplandecientes como verdades indiscutibles que son. Que algunos no seáis capaces de comprenderlo, no es asunto mío y ni es mi competencia el resolverlo.