Yo no quiero pelearme con el mundo. Si tuviera que emberrincharme con cada personaje que le hace el juego al feminazismo, menas, okupas, golpistas y demás desgracias de nuestro tiempo, me quedaba en mi madriguera sin salir una centuria. Son mayoría y dominan las leyes, los medios y el capital. Pelear y oponerse es legítimo, pero si el enemigo es imbatible, y este lo es a día de hoy, lo razonables es camuflarse y vivir con un mínimo de felicidad.
El show de la rodilla, hasta donde yo sé, se le ocurrió a un jugador de fútbol americano, Colin Kaepernick que hacía lo propio durante la interpretación del himno nacional americano. De ahí ha derivado, de manera espontánea y natural, supongo..., en lo que estamos viendo estos días, en una especie de acto de arrepentimiento y perdón por el sufrimiento infringido por los blancos, por ti y por mí, a la población negra, a la que todos los días, tu y yo, y Carlos Sainz Jr, tratan y tratamos con desprecio y opresión. Y de premio, Nike, que ficha a Mr. Kaepernick, aumenta las ventas, porque la inmensa mayoría de la población está de acuerdo con lo que defiende y lo que representa el BLM y todo lo demás. Es lo que es y como es y no de otra manera. No compres Nike o apaga la tele, pero el zeitgeist es inapelable.