Quizá tarde un poco más, porque ver a un caballo y ver al lado un coche en marcha supone un impacto visual y sensorial que no deja lugar a dudas qué modelo está caduco y qué modelo es revolucionario. Sin embargo lo de Bitcoin no es tan obvio, requiere desprenderse de ideas, principios y concepciones sobre el dinero que están muy arraigados en la gente, amén de un mínimo de conocimientos técnicos para que al menos no te produzca rechazo el protocolo.
Así es...en el primer mundo.
Lejos del manto del euro/dolar/yen/franco suizo, es muy fácil de entender.
Por eso el crecimiento está siendo exponencial en sudamérica y áfrica.
Aunque como siempre, el dinero no está allí, sino en zona dolar.
Pero es que...es inevitable.
Es cuestión de tiempo que los ciudadanos lo entiendan.
Algunos lo harán a la fuerza, otros se están dando cuenta ahora.
Pocos, se dieron cuenta hace tiempo.
Cada uno tendrá BTC al precio que se merece, sin duda.