Tienes razón, escribir rápido es lo que tiene. Y al que le toca de lleno, muchos, no le es irrelevante. Quería decir que estamos demasiado focalizados en esa estrategia de pura urgencia y fracaso que es tener que encerrar a la gente, que en marzo tuvo si sentido, pero un año después no podemos seguir pensando en los mismos términos, o peores, dándole ya naturalidad a aquello que era por completo excepcional.
No tengo la menor idea de lo que hay que hacer, pero el camino que se siga no puede estar diseñado con un cortoplacismo ya insoportable.
Si se va por la vía confinamiento, hay que articular el después con mas rigor que el propio confinamiento, es decir diseñar un escenario de limitación estricta de la movilidad, primero la exterior, casi un aislamiento, pero también la interior y tomarse muy en serio el asunto de los aforos en todos los lugares. Esto tiene una dimensión económica gigante, pero es lo que hay, se ponen los recursos del estado sobre la mesa, todos, y a trabajar en el nuevo mundo. Y estoy siendo, como puedes comprender, ultracompactado.
Todo lo demás se lo pueden meter por el trastero, insensateces perimetrales, toques de queda a la 8 o a las 10, o mejor a las 11:45, o..., cierro los bares, pero los centros comerciales hasta la bola (porque ahí llevo puesta mi quirúrgica con la medallita del Niño Jesús) y los autobuses y metros ni te digo, pero al campo no vayas que esta en el municipio de al lado que esta apestado, el campo también, y así podemos seguir con ocurrencias hasta el infinito. puñetero país de legisladores paranoicos y de pacotilla. Se puede conducir con las luces cortas un tiempo, pero vamos con las de posición, con curvas y a 100 km/h. O encendemos las largas o paramos y compramos mapas, las dos cosas mejor.
En este sentido decía que el confinamiento sí o no, por si mismo, era casi irrelevante.