Queridos conforeros todos en este hilo pandémico:
Un ruego en beneficio de todos.
De la misma manera que algunos han compartido su experiencia al pillar el bicho.... ¿Podría ser posible que algún forero de los primeros en ser medicado hiciese lo mismo?
Contarnnos cómo ha sido, si ha tenido alguna reacción, malestar...(en caso afirmativo, de que tipo y durante cuanto tiempo)
Tengo la impresión de que los medios de comunicación españoles no van a ser muy sinceros en este tema.
No soy antivacunas en absoluto pero, como una gran parte de la población, soy muy suspicaz con el rápido desarrollo de éstas banderillas anti-el bichito...
Ya abrirá alguien un hilo contando sus experiencias (reales o imaginarias) con su o sus banderillas.
No tengo ninguna fe en los mass media sobre este tema de las banderillas.
Y evidentemente, tal y como dicen desde el principio muchos profesionales e investigadores de las banderillas y personal médico (fuera del mundo del negocio de la farmacia, y/o del mundillo de ser serviles al Estado funcionarial de turno),
las banderillas necesitan de muchos años de investigación y ajustes, y de estudio de efectos secundarios.
Si se estudia una única variable de la ecuación (desarrollo de anticuerpos, o sistemas para combatir el cobi19), se pretende resolver una ecuación apartando todas las demás variables, entonces no se está resolviendo la ecuación.
Una banderilla de urgencia y su aprobación, sólo debería de estar justificada para poblaciones realmente de riesgo, como el caso de personas por encina de 70 años (75, etc), y por supuesto, no de forma obligatoria.
Quizá, sólo obligatoria, en caso de ingresar en instituciones que les aporten un cuidado, como residencias.
En esos casos, el estudio de beneficio-riesgo, podría estar justificado,
no tiene sentido vacunar a poblaciones como los niños, o menores de 40, 50 años con unas banderillas sin estudiar en plazos amplios de tiempo, de años y años,
Y ya ni hablo de las chapuzas (ya reconocidas) como las realizadas por Oxford, con falta de rigor en el suministro de dosis, a saber qué ha podido suceder en otros estudios.
Las verdaderas fases de estudio de las banderillas, son los
años de aplicación y ajustes.
En la práctica hay pocas banderillas masivas "nuevas" en los últimos 30 años, desde que en 1993 se impuso un programa la vacunación de hepatitis B y de fiebre amarilla en países con esa enfermedad endémica, o en 1998 que se introdujo la banderilla de Haemophilus influenzae tipo b, no hay banderillas significativas aplicadas de forma masiva a la población, y que sean "nuevas" (las hay, campañas masivas de vacunación que antes no se hacían, pero son banderillas conocidas desde mediados y principio del siglo XX).
Y aún así, esas banderillas ya tenían una trayectoria de muchos años de estudio.