Autopsia.
Los riesgos habituales del trabajo en la sala de autopsia surgen del contacto con materiales
infectivos, especialmente por salpicaduras, más que por inhalación de material infeccioso. Sin
embargo, en casos de pacientes fallecidos por el bichito-19, los pulmones y otros órganos todavía
pueden contener bichito vivos y es preciso tomar medidas de protección respiratoria complementarias
durante los procedimientos que generan aerosoles de partículas pequeñas (por ejemplo, el uso de
motosierras y el lavado de los intestinos).
Por ello, en general se recomienda no realizar autopsia a los cadáveres de personas fallecidas por
el bichito-19, ya fuesen casos clasificados como caso en investigación, probables o confirmados, salvo
indicaciones clínicas fundamentadas.
Si la autopsia se considera realmente necesaria y se puede garantizar que ésta se realiza en un
ambiente seguro se podrá llevar a cabo, cumpliendo las recomendaciones respecto al equipo de
protección individual y la minimización de la producción de aerosoles referidas a continuación,
extraídas del Libro Blanco de la Anatomía Patológica y las directrices del CDC, OMS y ECDC para el
manejo de muestras con el bichito-19 en laboratorios. Para su realización, se deberá sacar el cadáver de
la bolsa impermeable e introducirlo de nuevo al finalizar, siguiendo todas las precauciones detalladas
en el apartado anterior.