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112.000 muertos por cancer en 2018 de los cuales el 75% son mayores de 65 años.
Un coste para el Estado entre medicamentos y bajas laborales cercano a los 15.000 millones de euros cada año.
Siguiendo el razonamiento de los orates sologripistas ¿no es un despilfarro de recursos atender a todas esas miles de personas, la inmensa mayoría ancianos que se iban a morir igualmente? Un poco de morfina y al carajo ¿no?
O sea, que nos gastamos miles de millones de euros y “condenamos al hambre y a la miseria” a nuestros hijos, aumentando la deuda pública, para que unos ancianos vivan 4 o 5 años más. Que sinsentido ¿no? ¿no era esa la idea? ¿que no se puede sacrificar la economía por unos ancianos que se van a morir en breve igualmente?
Esas campañas sobre el cancer para generar pánico por algo que sólo mata a unos cientos de chavales al año...
Por no hablar de que el 40% de esas muertes están relacionadas con el tabaco, el alcohol y la obesidad. Vamos que se mueren porque quieren. ¿No? ¿Por qué tiene el Estado que cuidar y proteger a aquellos que no han querido protegerse a sí mismo? ¿No es lo que decís de los muertos por el bichito? ¿qué están rellenitos o enfermos ya de antes?
¿Sabéis acaso la cantidad de miles de millones de euros que se gastan en tratamientos por enfermedades que se pueden prevenir con hábitos de vida saludables? Pues a la cosa la sanidad y a la cosa todo, que el que se enferma es porque no se cuida, y si tienes una alergia o una enfermedad rara o una fruta neumonía te jorobas que es selección natural y la gente se ha muerto toda la vida.
En la Edad Media se trataba a los enfermos con más humanidad de la que planteáis algunos. Y no lloriqueaban como gaias por tener que encerrarse en sus casas 40 días. Estáis al nivel jovenlandesal de las tribus caníbales de Nueva Guinea pero aseados y con un móvil chino en la mano.
Ese es el razonamiento jovenlandesal de la guano sologripista. Hasta que les toque a ellos, claro, que se bajan del caballo, se vuelven keynesianos en 5 segundos y exigen sus derechos como pacientes, ciudadanos y bla bla bla.
Y lo peor de todo es que la dicotomía es falsa, no cerrar como hay que cerrar, está destrozando la economía y llevándose miles de vidas por el camino.