Buenos días.
Cito mi comentario de ayer por la mañana sobre Fernando Simón. He percibido que no ha resultado del agrado de algún forero. Por ello, humildemente, pido disculpas a aquellos que se hayan podido sentir agraviados, ofendidos o molestos con el mismo. Aunque no era mi intención, quizás pequé de falta de prudencia. Quiero agradecer sus críticas porque, en cierta manera, me han aportado y me han servido de aprendizaje. También agradezco a alguno que, excepcionalmente, me descalificó o me reportó al “ignore”, porque estoy convencido que tiene potencial suficiente para, que de poder leerlo en un futuro, poder aprender de sus comentarios igualmente. Por último agradecer a los que les pareció bien el post.
A lo largo de mi vida he tenido el privilegio de liderar diferentes proyectos, tanto en el ámbito de la Administración Pública como, posteriormente, en el sector privado (no lo pongo de relieve por vanidad). Simplemente, lo comento porque, invariablemente, al principio te encuentras con un grupo de personas que atiende a sus intereses personales, que envidia o recela del compañero, que tiene sus particularidad e idiosincrasia propia y que prioriza el beneficio propio al colectivo. Entonces mi labor consiste en sacarles lo mejor de sí mismos, hacerles ver su potencial y, a través del diálogo, el debate, la confrontación de ideas, la competencia sana, el respeto y la tolerancia, hacerles comprender que tienen muchos más puntos en común de los que suponían para así poder afrontar con éxito el objetivo común del proyecto, todo ello respetando su propia personalidad.
También suele haber un reducido grupo que, por circunstancias de su vida, sus frustraciones, por estar al servicio de espurios intereses ajenos, por su rabia o su percepción de fracaso vital, resultan más difíciles de integrar. Siempre me ha gustado perseverar con este grupo y, con tiempo y paciencia, buena parte de ellos descubren que “ dejar de trasladar su dolor a los demás no solo va en beneficio del proyecto común sino que, fundamentalmente, les resulta extraordinariamente beneficioso en prácticamente todas las facetas de su vida.
Hace poco tiempo tuve que parar mi vida rutinaria por motivos de salud. Fue entonces, al disponer de más tiempo libre, cuando entré en estos foros por casualidad y me di cuenta que podía aprender o extraer algo positivo de prácticamente cualquier comentario y, por ello, agradezco a todos los foreros sin excepción. Particularmente, no he redactado muchos post, más bien uno a primera hora de la mañana. Mi intención ha sido siempre procurar aportar algo, aunque supongo que con escaso éxito. Tampoco es un acto de altruismo sin límites sino que, en línea con lo expresado anteriormente, sé que también revierte en beneficio propio.
No me enrollo más, “voy al grano”. Reiterar mis disculpas por el post sobre Fernando Simón de ayer a los que os sentisteis molestos por la razón que fuere. Agradeceros las críticas porque también me han aportado y me dan otra perspectiva del tema. Sin embargo, siento decirlo, en líneas generales mantengo el contenido de lo expuesto, con independencia de los errores que este señor haya cometido y las responsabilidades que tuviese que asumir en un futuro.
En mi modesta opinión, creo saber lo duro que resulta estar actualmente en la situación del Sr. Simón y trato de ponerme en su lugar, en una posición de una presión y responsabilidad difícilmente imaginables. A mí lo que he ha cautivado de su personalidad es la calma, el talante y, especialmente, la paciencia, para hacer frente día a día a aquellos que le critican sin conocimiento alguno y que únicamente persiguen intereses ajenos que exceden los meramente sanitarios.
Gracias a todos. Espero poder seguir leyéndoos largo tiempo por este foro (o por cualquier otro), que también sería buena señal. Cuidaros.
Cuando la vida te da una bofetada, es humano tratar de “repartir tortas” a diestro y siniestro. Si comprendes que eso no es la solución y resulta perjudicial, entonces concentras tus esfuerzos en plantar cara a la vida.
Si además la bofetada es a toda la ciudadanía, y en lugar de entrar en una dinámica de "cruzar tortas" entre bandos, aunamos esfuerzos entre todos, difícilmente un bichito podrá con el maravilloso potencial del ser humano.