Buena visión.
El relativismo cultural imperante iba a dejar sorpresas y disgustos en los servicios que se presuponen de primera línea. El sentido de comunidad ha desaparecido y lo ha sustituido el "yo" más banal, y el sentido del estado se concibe como una trama; incluido entre servidores públicos. Nadie va a querer jugarse el tipo ni por una sociedad que no le importa ni por sentido de estado en el que no cree. Llegado el momento quien decida apechugar (ni de coña lo harán todos y no veo yo aquí a los médicos dispuestos a caer como moscas como en China) lo hará movido por un sentido de la responsabilidad individual con un hecho concreto, con la fragilidad que eso supone.