Hombre Benidorm, no sé que decirte. Ejemplo de belleza y armonía no es, pero es tan desaforado que en realidad es inclasificable. La ultima vez que pasé por la autopista y se veía ahí abajo como un Manhattan Paco-levantino, no podía quitar la vista de esa mole echándose en lo alto del Mediterráneo. Era tan increíble que estaba mas allá de la antiestéticaldad, pero mas allá también de la belleza. Es una categoría única, no me extraña que haya atraído a gente como Bigas Luna (bemoles de oro) y sé que Coixet ha hecho algo últimamente, es la llamada del surrealismo hecho ciudad de turismo de sol y playa. Hay en esa criatura costera muchas esencias hispánicas.