King Almorta
Madmaxista
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Pues si que es Vd un Engendro (I)racional, le ofrezco un último baño de realidad antes de enviarle a la nevera que es el sitio que le corresponde:
Gibraltar registró el pico de su particular y desoladora ola el 1 de Enero y las muertes, como viene sucediendo desde el principio, desde antes de que se soñase siquiera con banderillas, unos días después. No empezó a vacunar hasta el 10 de Enero :
Gibraltar recibe las primeras banderillas contra el cobi19
Noruega y Taiwan son dos de los países más covinazis del mundo, consideran al bichito una amenaza muy seria y no le dan tregua, si consigues mantenerlo fuera no necesitas medidas y si se te cuela, actúas. Noruega a primeros de año tenía prohibición de venta de alcohol en restauración, limitación de aforo en comercios, educación on line, máximo de cinco personas en reuniones en espacio público, máximo de diez en ceremonias y eventos (aconsejaba cancelarlas o posponerlas) y hasta pedía a sus ciudadanos no recibir visitas en casa. Esta informado con sus fuentes que no son un blog en un post mio de hace un par de días y a tiro de búsqueda en Internet.
Lo de Japón no lo paso ni a tema, aporte Vd una fuente oficial y no un blog.
Con Bielorrusia ya es donde demuestra Vd que no se entera, hace "papayatest" como el que más, y tiene unas olas preciosas, miente con los muertos, pero luego curiosamente tiene sobremortalidad y la gente muere de "neumonia", mire que curva de casos más bonita.
Así que, le repito, le queda Tanzania, no entiendo como no hay colas en las embajadas de este paraíso terrenal, reducto de la ciencia y la libertad y el bichito free por añadidura.
Y España lo ha hecho (y lo está haciendo, y lo seguirá haciendo con toda probabilidad) como el trastero, adoptando medidas que no buscan erradicar el bichito, sino mantener sus daños en límites asumí les que es lo que causa el destrozo sanitario, social y económico que estamos viendo.
Yo me quedo con el modelo de Taiwán o Noruega, pero a estas alturas de película, acceder a él implica pasar impepinablemente por una cuarentena que podrá ser más corta cuanto más dura sea. No como fin en sí mismo, ni como medida permanente, sino como paso previo a una vida razonablemente normal y sin restricciones.
