Hola.
Hacía mi vida. Mi trabajo, mi vecina, el foro, mis cervezas y Netflix. No era gran cosa. Solo rutinas. Y hormigas, desde hace unos meses también hormigas.
Un día me cansé de tanta hormiga. Me dispuse a aniquilarlas. A ratos exterminaba todas las que veía. Estuve tiempo así. Pero no podía con ellas. A las pocas horas o al día siguiente, aparecían más hormigas. Me di cuenta que tenía todo invadido, había muchos nidos y colonias. Era misión imposible.
Harto, un día cambié radicalmente de estrategia. Durante 15 días abandoné el trabajo, mis cervezas, el foro, Netflix y le dije a mi vecina que no tendría sal en dos semanas. Me dedique exclusivamente a las hormigas, 24 horas al día. Las estudiaba, rastreaba sus pasos, localizaba sus hormigueros y destruía. Una y otra vez. Dedicación full time. Logré terminar con ellas.
Ahora he recuperado mis rutinas, mi trabajo, el foro, mis cervezas, Netflix y mi vecina. No es gran cosa, pero me conformo. Y estoy atento. Cuando veo una sola hormiga dejo todo y la sigo, rastreo sus movimientos y extermino cualquier conato de nido.
“Hoy fue un día feliz. Solo rutina” (Mario Benedetti)
¡Vaya! Acabo de ver una hormiga. Tengo que dejaros. Hasta otra ocasión.