Oriol Mitjà se ha convertido en el grano en el trastero del Govern, no se muerde la lengua...
Traduccion:
@govern
estamos cansados, frustrados y avergonzados por la gestión de la
#cobi19 . No sólo por las medidas de hoy, también por las banderillas, la rave, la Navidad, las residencias, los antígenos, ferrovial, y un larguísimo etcétera. Os ruego que deje que le ayuden expertos externos.
Entiendo a Mitjà y sus reflexiones, pero también hay un mundo en la calle que no es fácil manejar, y menos si quienes toman las decisiones son personas sin profesionalidad, e incapacidades manifiestas para esos cargos.
Hay medidas que no se pueden imponer salvo en un Estado militarizado (o en sociedades muy homogéneas, como Corea, Japón, o aislables como NZ), esa es la realidad, independientemente de que se crea, o no, que eso solucione el avance de la infección.
Las medidas verdaderamente más importantes y profundas deberían de enfocarse a los más mayores, y aunque tarde, ya se hace en residencias y centros similares, con mayor o menor profesionalidad.
La gente ya lleva meses recibiendo su dosis de información, y ha sido engañada en varias fases de la administración de esa información (nunca se ha tratado a la gente como si fueran personas maduras), y ya se han jugado varias veces la baza del miedo, y de la persecución policial con prohibiciones y con sanciones.
Poco más se puede hacer, las autoridades cada vez tienen menos autoridad, porque los propios gobernantes la han dilapidado con su gestión y sus contínuas contradicciones.
Hay que entender que en el mundo real, en las calles, no se dan las circunstancias ni las mismas condiciones que en los laboratorios donde trabajan profesionales como Mitjà.
Estamos ya en la fase de las responsabilidades individuales, no va a venir un Estado paternal a salvarnos de esta situación.