Mira Luisito tu flipas y es claro y patente. Todo el mundo sabe en Suecia que las teorías de Tegnell son una fruta hez. Presentaron hace meses los 3 escenarios que se esperaban. Uno sin segunda ola. Uno con una segunda ola mínima y otro con una segunda ola más pequeña que la primera. Tenemos unas segunda ola que va a dejar a la primera en nada.
Este debate no trata de determinar quien tiene más ego. Trata de reunir la mayor y más diversa información y el mayor y más diverso número de puntos de vista diferentes que permitan hacer una buena predicción y diseñar la mejor (o menos mala) de las estrategias.
La estrategia de la brunete ideológica servil y sumisa al Régimen consiste en destruir al discrepante de la versión oficial del Gobierno y de los sumos sacerdotes de la religión oficial, la ciencia, hasta silenciar cualquier discrepancia.
Bien, eso no funcionará: dar de baja de la suscripción de la vida al mensajero no cambiará la realidad ni evitará que ocurra lo que pronosticaba el mensajero si el mensajero tenía razón.
Para conocer el ridículo punto de vista del Régimen o de la ciencia, nadie necesita el foro burbuja, del que se espera mucho más. Ya tenemos a la troupe de clowns que reúne Iñaki Lopez la noche de cada sábado en su programa de humor.
Caricaturizar las propuestas y predicciones de Tegnell, para luego refutarlas ilusoriamente, no invalida las propuestas de Tegnell ni las consecuencias que tendrán en el mundo real.
La estrategia propuesta por Tegnell, y que, en mi opinión, sigue siendo la menos mala y la más inteligente, consiste en crear una inmunidad de grupo suficiente como para extinguir por sí misma la epidemia a base de 'olas de contagios' y mientras esas olas de contagios van inmunizando a la población sana, joven y fuerte, proteger a la población vulnerable de la infección.
El país con mayor seroprevalencia se cree que es Bélgica, con un 5% de población inmunizada por haber sido contagiada.
La primera ola en Suecia, que fue insignificante, no pudo inmunizar a tantos como el 5% de la población. Una inmunidad de grupo de solo el 5% no puede extinguir, por sí misma, ninguna epidemia, ni siquiera otras mucho menos contagiosas que el bichito chino.
De modo que Tegnell no ha podido afirmar que una inmunidad de grupo menor que el 5% acabaría con la epidemia.
En el plan de Tegnell, la epidemia se extinguirá cuando un número suficiente de olas de suficiente entidad cada una, logren infectar al 60 o 75% de la población, no antes. Una inmunidad de grupo menor que el 5% no basta, y Tegnell nunca dijo que bastaría.
El bichito chino aún no ha llegado a Suecia prácticamente. La primera ola fue testimonial y la segunda ola solo se descubre observando los gráficos con una lupa.