El elevado número de fallecimientos es otra de las consecuencias de la realización masiva de pruebas PCR que hace el país vasco y de un mayor porcentaje de positivos totales respecto a asturias (unas diez veces más).
El ministerio de sanidad, a través del BOE, obliga a considerar fallecido por el bichito a cualquiera con infección sin que se regule la causa real del fallecimiento por lo que cualquiera que haya dado positivo, ya sea por PCR o prueba serológica, engrosa este concepto. Cuanto mas tiempo pasa, y mas positivos se detectan, mas posibilidades de que alguno de estos positivos fallezcan, sea de lo que sea, por lo que el aumento de fallecidos
con el bichito es inevitable.
Por ejemplo, usando los datos asistenciales de la sanidad vasca, los fallecidos por el bichito del 1 al 10 de Junio, cuando el número de contagios era mínimo (incluso días de cero casos), fueron 28. En ese momento el numero de positivos totales detectados era de 19.833 por lo que la tasa de fallecidos, cada 10 días, por positivo detectado se situaba en el 0,14%.
En septiembre en plena segunda ola. Los fallecidos del 1 al 10 fueron 59. En ese momento el numero de positivos detectados era de 38.433 por lo que la tasa de fallecidos, cada 10 días, por positivo detectado se situaba en el 0,15%. Una diferencia mínima.
Esto es algo que, si no cambia la metodología, se va generalizar ya que cuantos mas test se hagan mas positivos habrá y mas posibilidades de que algún positivo fallezca de lo que sea.
Ya actualmente en españa, con los 716.000 positivos detectados y el 0,9% de fallecimientos anuales habitual, tenemos un mínimo de 6.500 fallecimientos que engrosaran las listas. De hecho mucho más ya que la tendencia es hacer mas pruebas a gente mas mayor con mas posibilidades de fallecer.
