Esta es la noticia y aquí todos nos alegramos, ¿verdad?
En febrero poníamos a parir al desgobierno por dejar entrar vuelos de China a pares, en marzo decíamos que era una locura que Barajas no diera abasto con los vuelos que llegaban de Milán...
Y luego vamos y nos indignamos porque una mujer en un país hispanoamericano con un sistema sanitario débil no quisiera dejar aterrizar un avión procedente de España porque podía traer la epidemia a su ciudad. Como finalmente otro avión procedente de España hizo.
"¿Cómo osó hacernos eso a nosotros, los españoles?"
La hipocresía y la doble vara de medir son síntomas claros de una enfermedad llamada patrioterismo.