Un grupo de trabajo formado por gente que sepa de industria y técnicos reunidos durante 1 semana para definir con material de uso común cómo puede proveerse la gente de mascaras caseras, con un patrón para que la gente las haga, o que se puedan fabricar en un taller sencillo, habría salvado a muchas personas de contagiarse. Un rendimiento como el de la mascarilla quirúrgica se puden conseguir con cierta sencillez.
La ineptitud de las autoridades es criminal, y demuestra que tenemos al mando de la nave a gente inepta, sin capacidad. El ministro de sanidad y el de industria deberían haber comandado soluciones para proporcionar mascaras eficaces sencillas, pero claro, un filósofo y un astronauta demorado, tela!