Hablando de Dunkerque, fue una de las decisiones militares más importantes y polémicas de la historia de la 2GM. Según Karl – Heinz Frieser en su libro “El mito de la Blitzkrieg” para el Reich alemán la Segunda Guerra Mundial en términos estratégicos estaba perdida de antemano antes incluso de sus brillantes éxitos operacionales iniciales, pero entonces sucedió algo inesperado por completo: la ruptura del frente en Sedán eliminando al ejército francés y abriéndose la posibilidad de provocar a GB una derrota decisiva cuando los alemanes consiguieron rodear en Flandes a la British Expeditionnary Force, una pequeña pero excelente entrenada fuerza de élite de soldados regulares que era prácticamente el equivalente a la totalidad del ejército regular británico ya que GB no tenía una servicio militar universal en tiempos de paz.
Dunkerque se planteó como una doble catástrofe ya que GB no solo estaba a punto de perder a casi todos sus soldados entrenados sino que también, estaba a punto de perder a todo el personal en servicio activo capaz de entrenar a nuevos reclutas y aún más grave hubieran sido las irremplazables bajas en oficiales. Casi todos los oficiales británicos de alto rango que luego lucharon contra Rommel en el Norte de África o que en junio de 1944 dirigieron la invasión de Normandía, incluyendo a Montgomery y a Alexander habían sido cercados en Dunkerque.
Algunos historiadores anglosajones asumen, que sin el “milagro de Dunkerque” el gobierno de Churchill habría sido expulsado lo que hubiera implicado el abandono de la guerra por parte de GB. Asimismo Alemania que en el momento de la campaña del Oeste estaban sus fuerzas en proceso de construcción podría haber reunido una enorme cantidad de armamento sin ser molestada por la Royal Navy o por la Royal Air Force y Hitler no habría tenido que desviar tropas hacia los Balcanes o hacia el Norte de África sino que podría haber concentrado todos sus ejércitos contra la URSS.
Norman Gelb opina que para la Unión Soviética las consecuencias hubieran sido nefastas. La Batalla de Inglaterra no habría tenido lugar. Durante esa batalla histórica, que comenzó seis semanas después de la conclusión de la operación Dynamo, la Luftwaffe perdió 1.882 aviones y gran cantidad de sus pilotos y tripulaciones de bombarderos más experimentados. De no ser por estas pérdidas, Hitler hubiera dispuesto de una fuerza aérea de más de un 50 % más grande que la que tuvo a su disposición cuando, el siguiente mes de junio, lanzó su Blitzkrieg contra la URSS. Adicionalmente habría sido capaz de enviar hasta 40 divisiones más contra Rusia; las que no habría tenido la necesidad de desplegar en su Muro del Atlántico, en otros puntos del Oeste de Europa o en la lucha contra los británicos en el Oeste de Egipto y en Libia. Incluso sin estas divisiones y aviones adicionales el Ejército Alemán logró capturar tres millones de prisioneros de guerra soviéticos durante los primeros cuatro meses de su invasión de Rusia. Moscú hubiera podido caer. Leningrado también.
En términos económicos , el PIB de Alemania era superior al de la URSS, pero sumado con Gran Bretaña ya casi doblaron al alemán, y con los USA, bueno, ya era casi 7 veces mas. Económicamente era imposible para Alemania ganar la guerra, solo prolongarla. Pero una guerra en la cual se enfrentan las economías de la URSS vs alemana (con el añadido de la Europa ocupada) hubiera dado a Alemania una ventaja indudable. Por no hablar de que para Alemania su producción militar no hubiera tenido tantos sobresaltos por los bombardeos aliados, en cambio, los Rusos hubieran tenido que desviar parte de su producción de tanques a producir camiones, parte de sus soldados a mano de obra para producir alimentos y materias primas,ect..
Este escenario hubiera sido radicalmente distinto, una guerra mucho mas larga, con una URSS echada mas allá del Volga, una Inglaterra neutral y unos Estados Unidos que se hubieran concentrado en derrotar a Japón.