Lo que pasa es que los virólogos son gente triste.
Muy triste.
Son como ese tipo castrado que se casa con una cateta, y no vuelve a tener libertad nunca.
En pocas palabras, los virólogos y "expertos" son como Salva, el de Maje.
De hecho SON los "Salva" de la ciencia ******.
Por eso aprovechan que ahora están "en la cresta de la ola", y que son escuchados por todos, para ir de chulos por la vida.
Pero no engañan ya a nadie: No hay más que escucharles hablar... con ese tartamudeo, esas gafas depasta, y sobre todo esas miradas de tiburones sin vida, como de animales disecados.
El caso de Margarita del Mal es el de la Reina de los jorobafiestas.
Todos estos terminarán más olvidados que los cromos de Moscú 80 que regalaban con los Yoplait