Antes de entrar a trabajar en el sector público, en la privada trabajaba en un sector donde los polvitos blancos son el pan de cada día. Se toman para estar alerta y para evitar bajones durante el trabajo. Yo era reticente a ello porque me daba miedo perder el trabajo debido al descontrol, que me sentara mal yo que sé.
Qué inocente era, de haberlo sabido lo habría hecho. Vas de querida madre, hecho un titán, dicharachero, a tope. Me despiertoa las 06:00, me voy al gimnasio, a las 07:30 pinchito de tortilla y zumito de naranja, lonchita y al tajo. A media mañana otra y ya hasta la hora de salir a las 14:00 a comer y a relajarse.
Sólo la tomo de lunes a viernes, 2 lonchuelas moderadas. Aclarar que no tomo ni café, ni mucho alcohol (alguna cervecita o vino puntual) ni nada, no he probado ni un porro en la vida a pesar de tener amigos muy juerguistas. De hecho los findes ni soy de ambientes nocturnos o fiesteros, me va la naturaleza y hacer algo de ejercicio relajado, barbacoa, unas partidas de billar... cosas sencillas.
Empecé a consumir porque me dormía en el curro, me aburría, todo tenía un toque demasiado gris, pero evidentemente no lo dejo para volver a la privada a tener ansiedad, estrés y que no se cumpla nunca el contrato por sistema saliendo perjudicado el currela. Ahora todo es fiesta. Creo que me voy a amar a una compañera un día de estos en el escritorio a este paso. Además que la pagáis vosotros.
10 lonchas a la semana (en vacaciones y festivos no tomo), ¿cuánto mal pueden hacer?
Edito: decir que llevo 4 meses y no tengo ganas de hacerlo fuera del curro, creo que no soy adicto. No he aumentado dosis ni siento ganas los festivos de consumir.