El Diablo cayó celoso de los dones otorgados a los hombres por Dios. Y su empeño es aniquilar dichos dones.
Mi lectura del Antiguo Testamento me dice que Dios entregó el Libre Albedrío y el Don de distinguir entre el bien y el mal. Es decir: Libertad y Responsabilidad.
Mi lectura del Nuevo Testamento me dice que Dios es Amor e Igualdad.
Cuando veo a alguien, a algún grupo, a ideologías, a religiones, restringir o tratando de restringir la libertad de las personas, de decirles lo que está bien y lo que está mal, de amar a unos, empezando por el líder, y reprobar a otros, y de tratar diferente a unos y a otros, veo la mano de Satanás ahí. El mal, la oscuridad, la entropía rampante. Lo que quieras.
Por cierto, cuando leí el Corán, entendí porque aquel desgraciadito lo llamó Versos Satánicos. Sólo hay oscuridad en ese libro. Lo imagino como el Mein Kampf del siglo VI, sólo que ese libro no lo he leído para comparar.
Y todo esto sin creer en el Diablo, pero su mano está ahí. Por supuesto sin seguir religión y/o ideología alguna, o no tendría libertad (escasa) de pensamiento.