Efectivamente.
Rusia sigue empujando con sus soldados, los 90.000, que no son siempre los mismos obviamente, sino que van rotando.
Mientras, la guerra económica se sigue jugando.
Hay que tener en cuenta que cada día que pasa, no solo es que Rusia gane territorio, es que gana población, PIB y recursos.
Es un movimiento a largo plazo.
Sin necesidad de forzar nada, a finales del 2022 Rusia habrá aumentado en 10 millones de personas su población.
Y su PIB, que este año 2022 sufrirá (como el de todos), a partir del 2023 se beneficiará de toda la industria y los recursos nuevos que va a obtener, incluyendo todo el agua de Jerson que va a regar Crimea, las industrias químicas, nucleares y minerales, del Este ex-ucraniano.
Esto claramente va a suponer una mejora exponencial de la economía rusa.
Y eso que no estamos considerando las obvias mejoras que la propia industria armamentística rusa, está obteniendo, no ya por producir nuevas máquinas de guerra, armas y misiles, sino también por el saber hacer que están adquiriendo las unidades de combate rusas.