Ridículo y patético chulo de feria. El secretario general de la OTAN, el cantinflesco Stoltenberg, “exige” a Rusia que retire su ejército de la frontera con Ucrania
14 DE ABRIL DE 2021
El cantinflesco, patibulario y prostibulario secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha “exigido” a Rusia que retire las fuerzas militares que ha acumulado en las proximidades de la frontera con Ucrania, durante la visita a la sede de la Alianza Atlántica del ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba.
«Rusia –dijo Stoltenberg este martes en una comparecencia conjunta con el ministro ucraniano– debe poner fin a esta acumulación de fuerzas militares en la proximidad de Ucrania, detener sus provocaciones y desescalar la situación de inmediato».
La reunión extraordinaria de la Comisión OTAN-Ucrania había sido convocada para preparar la respuesta de la Alianza Atlántica a un “posible aumento de la presión militar en la zona después de los últimos movimientos militares rusos”.
Stoltenberg reiteró que «la OTAN sigue apoyando a Ucrania», aunque el país no es miembro de la Alianza. «Estamos seriamente preocupados por los acontecimientos en curso y la OTAN está monitoreando la situación muy de cerca. Las fuerzas militares rusas en la frontera con Ucrania tienen que retirarse».
Con expresiones que solo pueden agitar la hilaridad de Moscú, los medios occidentales alardean ridículamente que “la OTAN se pone firme frente a la avanzadilla militar de Rusia en la frontera con Ucrania y su papel en el conflicto del Donbás. La Alianza ha exigido este martes a Moscú que detenga sus “provocaciones” y ponga fin a la escalada en la zona. “Es la mayor acumulación de tropas rusas desde la anexión de Crimea en 2014”, ha advertido su secretario general, Jens Stoltenberg. Rusia ha defendido la
movilización militar y ha acusado a la Alianza de convertir ese país en un “polvorín”. El presidente de EE UU, Joe Biden, ha llamado a Vladímir pilinguin para defender la integridad territorial de Ucrania y le ha propuesto una cumbre para rebajar las tensiones.
“La acumulación militar de Rusia es injustificada, inexplicable y profundamente preocupante”, ha condenado el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, desde el cuartel general de la organización en Bruselas. Este patibulario criminal no parece haberse enterado de los bombardeos ucranianos sobre la población civil de Donbass, que acabaron con la vida de un niño de 5 años. Mejor dicho, sí se ha enterado, pero él justifica el apoyo a los crímenes de guerra ucranianos: “La OTAN está con Ucrania”, ha remarcado Stoltenberg en la comparecencia junto al ministro de Asuntos Exteriores de este país, Dmytro Kuleba.
Rusia, que había anunciado escuetamente maniobras militares hace unos días, ha hablado abiertamente ya del despliegue que los observadores militares y los analistas especializados documentaban desde hace días. El ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, uno de los hombres más cercanos al presidente ruso aseguró este martes que ha desplegado junto a las fronteras con Ucrania divisiones del Ejército y tres unidades aerotransportadas. “En respuesta a las actividades militares de la Alianza que amenazan a Rusia hemos tomado las medidas apropiadas”, ha dicho el ministro en una reunión en la ciudad de Severomorsk, cerca del mar de Barents, según las declaraciones emitidas por la televisión estatal. Shoigu acusó también a Estados Unidos y a la OTAN de aumentar su presencia militar en las cercanías del territorio ruso.
Moscú ha asegurado que las maniobras militares, que han elevado la alarma de la UE y la OTAN, terminarán en dos semanas, pero no han precisado si las tropas (o parte de ellas) se quedarán sobre el terreno. “Cada año en Europa, la Alianza lleva a cabo hasta 40 importantes eventos de entrenamiento operativo con un claro enfoque anti-ruso”, zanjó el ministro ruso de Defensa. Rusia ha instado a Estados Unidos, al que considera un “adversario”, según remarcó sin ambages este martes el viceministro de Exteriores, Serguéi Ryabkov, a que se mantenga alejado de su territorio “por su propio bien”, y ha advertido de que un movimiento en el mar oscuro o junto a la península de Crimea, tendrá consecuencias.
La semana parece clave en la estrategia agresiva de la OTAN. Tras la cita con Stoltenberg, el ministro ucranio se ha reunido también con el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, quien aterrizó este martes a primera hora en Bruselas, en su segunda visita a la capital belga en tres semanas. A este frenesí viajero, poco frecuente, se le sumará el miércoles el secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin, quien este martes se encontraba en Alemania. Tanto Austin como Blinken tienen cita este miércoles con Stoltenberg y participarán, desde Bruselas, en un encuentro del Consejo Atlántico, al que se unirán por videoconferencia el resto de ministros de Exteriores y Defensa. Se espera que traten diversos asuntos, desde la tensión en Ucrania a la humillante retirada de tropas de Afganistán.
Stoltenberg ha remarcado que entre Kiev y la OTAN “existen lazos reforzados”, como los que se dan con otros países cercanos, como Suecia, Finlandia o Georgia, desde que se le concedió el estatus de “socio con oportunidades mejoradas” en junio del año pasado. También ha pedido a Moscú que no se inmiscuya en las relaciones entre la Alianza Atlántica y su socio del Este: “Es un derecho soberano de cada nación, como Ucrania, solicitar la adhesión“ y “corresponde a los 30 aliados de la OTAN decidir cuándo Ucrania está preparada para ingresar”. Nadie más, ha asegurado, tiene derecho a “entrometerse o interferir en ese proceso”. “Rusia ha de entender que Ucrania pertenece a las democracias occidentales”, ha incidido Kuleba. “Ucrania no forma parte del mundo ruso y nunca será considerada como tal”.
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ola k ase cucaracha!!