Cada vez se hace más obvio -por
imperioso- el ‘control cuidadoso’ de los gastos del Pentágono. El hecho es que USA aprobó un proyecto de ley
(sección 3610), según el cual (sic) ‘los empleados de empresas industriales críticas, incluida la defensa, deben recibir salarios, incluso si la planta se cierra debido a una esa época en el 2020 de la que yo le hablo’. El ERTE fidelizador e ideal. Esto congela-ahorra valiosos recursos humanos. Empezamos mal. O bien. Según se mire.
Mientras los downtowns son escenarios apocalípticos, malamente ocultados e incluso soflamados por los media preguerracivilistas en unas elecciones en las que dos sujetos estarán abocados a no reconocer su derrota y a llevar, vía Senado, Congreso o sus muelas, el enfrentamiento a las calles de las automatic weapons. No les viene mal. A ninguno. Todo lo contrario. Estoy hecho un ardor de estomago y me marco un 11-S ‘popular’. Si hacemos una proyección interna de lo que supuso el ‘exterior’, da que pensar: ya sacarán la agenda. No descarten una Presidenta de 14 años como salida, una mocosa al uso.
El Pentágono yasienterespiración agitada de las consecuencias de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de quita y pon, que de paso, viene de perlas: infecciones ‘masivas’ de militares, portaaviones parados con capitanes cesados. O restricciones de movilidad militar canceladas en todo el país y allende sus alargadas líneas en el globo, difíciles de aprovisionar en vacas flacas.
Las entregas de nuevos tipos de armas se han pospuesto ya demasiado. El M-113 sigue siendo el APC principal de USA. Lo ha estado utilizando desde los años 60. Nunca fue un hacha, aunque si fiable y polivalente. Pero vulnerable, escaso de potencia y claramente obsoleto Su reemplazo gradual por los nuevos AMPV de BAE Systems se pospone una vez más. El próximo entrarán en servicio en la hipotética primera potencia militar 32 vehículos en lugar de los 132 previstos.
También hay consecuencias estratégicas. En 2022, se planeó poner en servicio el radar de defensa antimisiles Clear Air Force en Alaska. Pero ahora tendrá lugar -en el mejor de los casos- hasta 2023.
El Departamento de Defensa, a través del cual pasan los fondos para los lobbistas militares (del traje al uniforme, todos en el fondo del armario), requiere cada vez más del presupuesto. Se crea una situación peculiar cuando el Pentágono -exhausto- no recibe nuevas entregas de armas, sino que debe usar las partidas para amortizar plazos atrasados a los contratistas.
Como resultado, los contribuyentes estadounidenses, que pagan el pato de esta burbuja sobrevenida por la necesidad esmorrada de conquistar el mundo a base de talonario futuro, recibirán equipo militar a un precio mucho más alto y con un gran retraso. Este año, los militares solicitaron 11 mil millones para cubrir esos costos. Pero son de amortización, no de valor. Un calco de la situación a la que se condujo a los contribuyentes occidente para reconvertirlos de clase media a clase paria, ahora lista para enfermarla. Las morgues serán inexcrutables. Como aquí. Las morgues.
Los congresistas tienen varias preguntas al Pentágono sobre este caso a la vez. ¿Por qué otras agencias federales logran administrarse por sí mismas en tal situación, mientras que las FAS necesitan fondos presupuestarios adicionales? En el segundo trimestre, la economía USA cayó un récord del 33% interanual. Y, ¿por qué el Pentágono gasta este dinero con eficacia? ¿hay alguna mamandurria nepótica entre lobbistas y pentagoneros? Siempre las hubo. Pero ahora no hay dinero, se debe mantener la apariencia de ser lo que ya no se puede y se entra en una burbuja de porqueyolovalguismo fulastre. Por fuerza, eso lo notará la eficacia de sus FAS. Qué pena.
Entonces, se buscan salidas al trapo: USA recortará sus contribuciones al presupuesto general de la OTAN que revela su dependencia, su ruptura (Turquía es un ejemplo clarificador), su anacronismo y la endeblez defensiva de la tal UE de la que Hezpaña en un ejemplo de libro: inerme e inermizada. Los miembros tienen que pagar su participación en la OTAN con una cantidad no inferior el 2% de su PIB anual, pero no todos lo logran. Máxime ahorra, está bueno el horno para castañas.
Trump ha criticado durante mucho tiempo a Alemania por contribuir con un laxo nivel de 1,38-1,5% y amenaza con retirarse de la alianza. Las afirmaciones del rubicundo parecen en principio, coherentes: USA, por ejemplo, contribuyó a la anacrónica OTAN una cantidad equivalente al 2019% al 3,2% de su producto. Estos gastos pasarán por la sala de disección en el futuro. Es curioso observar como el azucarillo angloatlantista se autodisuelve. Cuestión de esperar, tensando en Siria, Turquía o con Irán. Le han crecido muchos gigantes al cada vez más menguante gigante en declive.
Las próximas elecciones presidenciales plantean cuestiones para que el equipo republicano apacigüe al electorado con declaraciones populacheras. Por ejemplo, recortes en el gasto de defensa y la transferencia de esos fondos a ‘necesidades sociales’. Populachera medida pero necesaria para apagar el fuego dentro. Fuera está todo quemado. Es un reconocimiento explícito, aunque electoralista. Está bien que América de haga grande para los americanos, mientras dejan en paz al resto. No problem con eso. Pero joroba, el orgullo se dejar de ser y hace oler los pantalones a los subalternos de por aquí.
Las razones económicas son importantes: la economía USA no crece. Se hacen ineludibles los recortes en defensa si no se incendiará el país. La excusa racial como falsa bandera no tapa la desnudez del deep-state. En ese sentido, es igual quien gane porque está claro quienes pierden. El teatrillo está servido, pero mientras aquí hay palmeros, allí la gente tiene un arma. Ojo al detalle porque el decrecimiento malostiado es difícil de gestionar para Biden o Trump, que te vienen siendo lo mismo. Pero no es lo mismo un perroflauta 15-M convocado por el deep-state de Villarino o un verderol de ahora en manifas que un granjero malostiado y con automatic weapon. Votara a quien votara
Todavía no está clara la magnitud de los recortes ineludibles. Todos tratarán de minimizar el impacto de la capacidad de defensa del país con la influencia cada vez mayor de Rusia y China. O de Irán. O de la incapacidad incluso de poner orden recurrente en el patio trastero.
A primera vista, lo más simple parece ser la reducción de las compras de productos de alta tecnología y, en consecuencia, costosos del tipo F-35. O reemplazándolos con actualizaciones como el F/A-18 Super Hornets Block III para una flota de carriers amarrados en ‘midlife’ o con abrumadores facturas en ciernes de los lobbistas navales Ingalls Shipbuilding, tan navales como terrestres por bien anclados en Wall St. Es un delicado equilibrio de la relación entre el costo del producto, el costo de su operación y su efectividad en el combate. No siempre las soluciones económicas como los Super Hornets serán netamente eficaces en combate y ahí hay un un círculo endemoniado entre la presión de los fabricantes de high-tech para imponerla. Y también sólidamente asentados en un mundo financiero de aguas movedizas y emporcadas. En tanto ni China, ni Rusia ni Irán están ociosos y optan por soluciones similares en tecnología in crescendo o muy inteligentes como la República Islámica, balísticamente hablando.
Además, no escatimarían en tecnologías no tripuladas, cuyo desarrollo y adopción en servicio son muy costosos. Pero en conflicto, los drones preservan pilotos, cuyo entrenamiento es mucho más caro que entrenar a los operadores de drones.
La rentabilidad de un producto militar es una ecuación entre el costo del producto y el coste de su operación y eficacia de combate. Este año, USAF se negó a cancelar 17 bombarderos B-1B. Son son costosos de mantener, pero uno de esos aviones es capaz de soltar tanta o más tralla a los objetivos que el ala de un portaaviones completo. Los B-2 y F-22, también (en distinta proporción). Pero si el coste de su efectividad en combate es difícilmente nasumible ahora. Es algo parecida a comprar un coche eléctrico muy caro y lleno de electrónica. Los costos son inicialmente muy altos, pero los ahorros en ausencia de la necesidad de combustible, aceite y otro mantenimiento compensarán algunos de los costos de puesta en marcha con el tiempo Pero de momento no compensa ni de coña.
El presupuesto USA requiere ahorrar aquí y ahora, y no en el futuro que es incierto si no se ahorra y eso implica perder fuelle geopolítico. Estados Unidos tendrá que presentar un escenario de futuro a gran escala y de forma relativamente económica. Aunque solo sea para mantener las apariencias. Y mientras tanto,
los otros no se están rascando los bigotes. Es más fácil ver el presupuesto militar USA como un medio para demostrar su poder y superioridad sobre otros. Es lo que ha estado haciendo el USA durante los últimos años. El caso es poder. Y si ese status es insostenible, el resto es simple matemática.
El programa USA para la construcción de destructores del futuro ‘SC-21’ (Combatiente de Superficie Siglo XXI) -los ‘Zumwalt’- comenzó en 2007: mal año. Inicialmente, la Marina de los Estados Unidos esperaba recibir 32 de este tipo, gastando no unos 40 mil millones de $ en ‘esto’. Sin embargo, el aumento constante y especulativo del costo de los nuevos destructores llevó a una disminución en el número a 24 , Después, a siete, y al final, son tres: el ‘líder’ USS Zumwalt, eol USS Michael Monsoor y el USS Lyndon B. Johnson.
El eterno dilema de cañones o mantequilla, revistado en el siglo del nunca jamás: cañones cada vez más caros y mantequilla muy venenosa de aceite de palma.