Macaco con cara VIOLETA
imitamoditas
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Pues así, todas.
En la Cornisa Cantabrica es un no parar de obras nuevas siguiendo ese indefinible estilo arquitectónico, que solo puede ser producto de una falta de sentido estético y de inversión de valores de una civilizacion en pleno colapso cultural.
Encima es la negación de un estilo propio, el español que se puede ver especialmente en el sur, en Spanish Villas del sur de los USA o México
Y luego en los pocos lugares que quedaban auténticos llegaron los modernos "molinos de viento", polígonos industriales energéticos trasplantados en mitad de los últimos paisajes de horizonte infinito que quedaban en la Península, también gracias al éxodo rural. Para producir energía "limpia" para el coche eléctrico de los urbanitas. Que no se nos olvide. Yo no perdono.
Son tierras
Para el águila
Un trozo de planeta
Por donde cruza errante
La sombra de Caín.
La costa urbanizada caóticamente y con ausencia tremebunda del más mínimo gusto urbanístico, principalmente a partir de la segunda mitad del s. XX, seguramente sea de lo más horroroso, a la par que Paco, de todo el universo conocido.
Los me gusta la fruta de los ingleses sí que al menos tienen su campiña cuidada de forma envidiable.
Y luego en los pocos lugares que quedaban auténticos llegaron los modernos "molinos de viento", polígonos industriales energéticos trasplantados en mitad de los últimos paisajes de horizonte infinito que quedaban en la Península, también gracias al éxodo rural. Para producir energía "limpia" para el coche eléctrico de los urbanitas. Que no se nos olvide. Yo no perdono.
Cierto, horror visual. Da a la zona un aura industrializada horrenda en mitad de los campos. Los manchegos por lo menos han mantenido sus míticos molinos tradicionales, aunque sean por atracción turística y patrimonio local. Porque esos molinos manchegos no funcionan como tal, ¿no?, Si acaso guardan en su interior museos del Quijote, nuestro héroe ficticio universal o Sara Montiel, nuestra estrella internacional.
Son horteras hasta decir basta, pero luego el campo está impecable. Es una contradicción nacional británica que nunca he alcanzado a comprender, es como si hubiera dos Inglaterras: la urbana y la rural, completamente separadas.
Creo que no funcionan, hace mucho que no paso por esos lares.
Creo que los han dejado para turismo y museos quijotescos o de Sarita Montiel (al menos en Campo de Criptana). Por lo menos los mantienen, es más, creo que son patrimonio universal.