No digo nada nuevo. Están dando palos de ciego nuestros gobernantes. Todos, no se salva nadie por muy economista que sea. Aunque los europeos se llevan la palma.
Al igual que el tema del el bichito que iban probando tratamiento tras tratamiento en las ucis hasta que se cargaron a miles de personas durante aquel marzo-abril 2020, en los próximos meses veremos a los Estados y Bancos Centrales hacer el iluso sin saber por dónde le vienen las ostras. Habrá tantos frentes abiertos en este colapso que se verán superados. Lo saben y por eso se lo callan.
No solo no sabrán paliar el problema que se les viene con el tema de la deuda galopante de los Estados, sino que se darán de morros con la paulatina escasez de energías fósiles (por ejemplo, en cuanto el petroleo-diesel se ponga algo más caro, USA y su consumismo voraz lo pasará mal. Tienen una sociedad podrida y llena de lujos superfluos. Pero primero caeremos los Europeos, eso no lo dudeis. El gas y el petróleo barato se ha acabado.). Después tenemos el problema del alimento y las malas cosechas. Las hambrunas serán europeas. Se acabaron los tiempos de comer sano, comeremos hez aún más procesada en las ciudades. Otro problema muy europeo es que nadie sabrá como conseguir materias primas si los países que las poseen como Rusia empiezan a vender-intercambiarlas con sus vecinos asiáticos. Europa no tendrá nada que ofrecer. Y ya no hablemos de la subida de precios al consumidor final, tras encarecerse toda la línea de producción y distribución, que no será otra cosa que una consecuencia de la causa primera. Estamos viendo en los últimos cinco meses una subida de todo entre un 25-40% de cualquiera producto, desde un celo o pegamento escolar del bazar chino hasta un paquete de macarrones.
¿Solución? Ninguna.
Me da a mí que todo se hará muy a la española: que el último aguante la vela. Nadie pensará en el mañana, en que mundo le dejaremos a nuestros hijos. Y cuando se pongan en serio a solucionarlo ya será demasiado tarde: un modelo social caduco, antiguo, imposible de levantar sino es cambiándolo por completo.
Pero mientras tanto, sigamos tirando hacia adelante, sin frenos. Como les gusta a los políticos y demás calaña cortoplacista. Hasta que a algún pirado le de por apretar el botón del pánico en medio de una guerra mundial.
Al igual que el tema del el bichito que iban probando tratamiento tras tratamiento en las ucis hasta que se cargaron a miles de personas durante aquel marzo-abril 2020, en los próximos meses veremos a los Estados y Bancos Centrales hacer el iluso sin saber por dónde le vienen las ostras. Habrá tantos frentes abiertos en este colapso que se verán superados. Lo saben y por eso se lo callan.
No solo no sabrán paliar el problema que se les viene con el tema de la deuda galopante de los Estados, sino que se darán de morros con la paulatina escasez de energías fósiles (por ejemplo, en cuanto el petroleo-diesel se ponga algo más caro, USA y su consumismo voraz lo pasará mal. Tienen una sociedad podrida y llena de lujos superfluos. Pero primero caeremos los Europeos, eso no lo dudeis. El gas y el petróleo barato se ha acabado.). Después tenemos el problema del alimento y las malas cosechas. Las hambrunas serán europeas. Se acabaron los tiempos de comer sano, comeremos hez aún más procesada en las ciudades. Otro problema muy europeo es que nadie sabrá como conseguir materias primas si los países que las poseen como Rusia empiezan a vender-intercambiarlas con sus vecinos asiáticos. Europa no tendrá nada que ofrecer. Y ya no hablemos de la subida de precios al consumidor final, tras encarecerse toda la línea de producción y distribución, que no será otra cosa que una consecuencia de la causa primera. Estamos viendo en los últimos cinco meses una subida de todo entre un 25-40% de cualquiera producto, desde un celo o pegamento escolar del bazar chino hasta un paquete de macarrones.
¿Solución? Ninguna.
Me da a mí que todo se hará muy a la española: que el último aguante la vela. Nadie pensará en el mañana, en que mundo le dejaremos a nuestros hijos. Y cuando se pongan en serio a solucionarlo ya será demasiado tarde: un modelo social caduco, antiguo, imposible de levantar sino es cambiándolo por completo.
Pero mientras tanto, sigamos tirando hacia adelante, sin frenos. Como les gusta a los políticos y demás calaña cortoplacista. Hasta que a algún pirado le de por apretar el botón del pánico en medio de una guerra mundial.