El invento del bichito está muy bien pensado. Además parte de un país como China, que todos sabemos de qué pie cojea.
Llega a países que tienen su economía nacional en un estado precario. Principalmente esos países son de fortaleza medio alta en el ámbito mundial, ya que atacar, por ejemplo, a Serbia o Eslovenia, donde son 4 gatos, no sirve de nada frente al propósito principal.
Mira tú por donde la cosa se instala en Italia, pero no en una ciudad mierder del sur, sino en el centro de poder económico del país, que forma parte de la banana europea. De esta manera matan 2 pájaros de un solo tiro. Así dejan claro que el miedo también puede difundirse a centro-europa y corazón económico del continente, y evitan que estos puedan reaccionar a favor de sus compañeros de camino llamado UE.
Y de ahí, como no, a España y Francia, por ser países que, debido a su tejido funcionarial son fácilmente controlables y manipulables haciendo uso solamente del control de las fuerzas públicas. Y de eso ya se ocupan Falconetti y el Maricrón. Estos no van a poner ninguna piedrecita en el camino sino, más bien lo contrario, van a poner alfombra roja a las intenciones iniciales. Porque, y no se nos olvide, el mandado de Soros no habla con los mandados dirigentes nacionales, cuando se encuentra medio a escondidas, de fútbol. Viene a mostrarles sus intenciones e indicarles las consignas necesarias para llevar a cabo el plan.
"El bichito" se instala, y la gente admite sin duda y, hasta con agradecimiento, un confinamiento quasi total. Las supuestas consecuencias del mismo no se ven, y no pasan de ser pocas más, o incluso ni eso, que la de cualquier gripe anual que llega irremisiblemente durante el invierno, desde hace infinidad de tiempo, año tras año.
La economía empieza a paralizarse, los políticos traidores empiezan a poner parches, por un lado se habla de 700 G€, y por otro 200, lo que supone cantidades incomprensibles para cualquier ciudadano, pero que no le serán ajenas, pues será él junto a los demás quién tendrá que pagarlo. Pero aún cuando todos sabemos que eso no se podrá pagar ni devolver nunca, aceptamos como siempre porque, no se nos olvide, es por nuestro bien.
Es la excusa que los dirigentes nacionales tienen para poder meter mano al bolsillo del remero de forma que él lo acepte, y si alguno no, ya está el resto de la población para recordarle que "ej lo que hay", y que no han tenido otra solución.
El remero ya está atrapado, y la cuerda que lleva al cuello recién apretada. Y por otra parte, el ejercicio de experimento social saldado positivamente y verificado de que el pueblo aguanta lo que le echen y más, sea cual sea la situación, cumplido. El rebalanceo económico hecho, y los creadores del asunto a salvo y reconocida su valía por quienes son pastoreados.
Sólo falta pues un pequeño lavado de cara, y volver al estado inicial, pero con los cambios buscados hechos y afianzados, aún sabiendo que será muy fácil hacerlo en cualquier otra ocasión siempre que haga falta.
Fin de la película.
Llega a países que tienen su economía nacional en un estado precario. Principalmente esos países son de fortaleza medio alta en el ámbito mundial, ya que atacar, por ejemplo, a Serbia o Eslovenia, donde son 4 gatos, no sirve de nada frente al propósito principal.
Mira tú por donde la cosa se instala en Italia, pero no en una ciudad mierder del sur, sino en el centro de poder económico del país, que forma parte de la banana europea. De esta manera matan 2 pájaros de un solo tiro. Así dejan claro que el miedo también puede difundirse a centro-europa y corazón económico del continente, y evitan que estos puedan reaccionar a favor de sus compañeros de camino llamado UE.
Y de ahí, como no, a España y Francia, por ser países que, debido a su tejido funcionarial son fácilmente controlables y manipulables haciendo uso solamente del control de las fuerzas públicas. Y de eso ya se ocupan Falconetti y el Maricrón. Estos no van a poner ninguna piedrecita en el camino sino, más bien lo contrario, van a poner alfombra roja a las intenciones iniciales. Porque, y no se nos olvide, el mandado de Soros no habla con los mandados dirigentes nacionales, cuando se encuentra medio a escondidas, de fútbol. Viene a mostrarles sus intenciones e indicarles las consignas necesarias para llevar a cabo el plan.
"El bichito" se instala, y la gente admite sin duda y, hasta con agradecimiento, un confinamiento quasi total. Las supuestas consecuencias del mismo no se ven, y no pasan de ser pocas más, o incluso ni eso, que la de cualquier gripe anual que llega irremisiblemente durante el invierno, desde hace infinidad de tiempo, año tras año.
La economía empieza a paralizarse, los políticos traidores empiezan a poner parches, por un lado se habla de 700 G€, y por otro 200, lo que supone cantidades incomprensibles para cualquier ciudadano, pero que no le serán ajenas, pues será él junto a los demás quién tendrá que pagarlo. Pero aún cuando todos sabemos que eso no se podrá pagar ni devolver nunca, aceptamos como siempre porque, no se nos olvide, es por nuestro bien.
Es la excusa que los dirigentes nacionales tienen para poder meter mano al bolsillo del remero de forma que él lo acepte, y si alguno no, ya está el resto de la población para recordarle que "ej lo que hay", y que no han tenido otra solución.
El remero ya está atrapado, y la cuerda que lleva al cuello recién apretada. Y por otra parte, el ejercicio de experimento social saldado positivamente y verificado de que el pueblo aguanta lo que le echen y más, sea cual sea la situación, cumplido. El rebalanceo económico hecho, y los creadores del asunto a salvo y reconocida su valía por quienes son pastoreados.
Sólo falta pues un pequeño lavado de cara, y volver al estado inicial, pero con los cambios buscados hechos y afianzados, aún sabiendo que será muy fácil hacerlo en cualquier otra ocasión siempre que haga falta.
Fin de la película.