Nos quedan todavía varias iteraciones.
Una en la que el preparao haga un Alfonso XIII, como su padre. Ahí no se nombrará como jefe de estado, porque el preparao se llevará la familia completa. No habrá coronación. El puesto de rey estará vacante. Su Persona comenzará a actuar en los eventos y en protocolo como si fuera el rey (ya lo ha intentado)
Se arreciará la nueva normalidad, con nuevas leyes cuya legalidad decidirán las mayorías judiciales de geometría variable que están negociando PSOE y PartidoProgre. El tribunal prostitucional ratificará las leyes que estando lo suficientemente fumados pasan por constitucionales. Las que ni cargado de grifa cuelan, las pondrá a fermentar y no emitirá sentencia, mientras que dure el proceso constituyente.
La crisis económica derivada de la enfermedad y de las reformas de la ultraderecha, el neoliberalismo y el heteropatriarcado harán que el gobierno proponga una nueva constitución para salvar a los españoles. Vox votará en contra, PP se abstendrá, y Ciudadanos votará a favor defendiendo que ha conseguido que el gramaje del papel de impresión de la nueva constitución sea 10 gramos mayor de la propuesta inicial.
Habrá referendum. La megaultraderecha de Vox, ilegalizada en la etapa anterior o en esta, reclamará sobre el tema de la limpieza, urnas preñadas, recuentos creativos de votos, voto por correo creativo... lo que será evidentemente falso, porque todos sabemos que Su Persona jamás metería unas urnas preñadas en una votación.
Antes de que salgan los resultados, se proclamará la república; y círculos democráticos, a partir de la inspiración del nucleo iradiador, ejercitarán la alerta antifascista para acabar con los poco apreciables grupúsculos de ultraderecha. Casa por casa. Sacas a peligrosos ultraderechistas, y depuración de los elementos disidentes disconformes con la nueva realidad revolucionaria.
Este es el punto dónde se decidirá si disfrutamos de una muy progresista democracia popular socialista, o algún grupúsculo incontrolado decide levantarse contra el orden legítimo revolucionario.