Vivir sin TV es la auténtica salud, pero literal.
La TV ha sido el instrumento de adoctrinamiento de masas por antonomasia. Siempre controlado por el gobierno y a favor de obra.
Y ya los últimos tiempos, para competir con un internet que les quitaba espectadores de manera constante, han optado sin disimulo por aumentar exponencialmente la falta de rigor y de escrúpulos.
Por supuesto, las diferentes cadenas son deficitarias y necesitan del dinero público para funcionar y están todos vendidos a la agenda. Creo recordar que una de las primeras medidas de Antonio cuando empezó el circo covidiano, fue regar de millones a todas las cadenas. Luego ya vimos cómo éstas se comportaron en el papel que les asignaron. Muy responsables también de la desinformación, el alarmismo y la manipulación.
Son basura