El Estado Español ha sido vendido por su Clase Gobernante, a la que el Imperio USA ofreció, tras la muerte de Franco, poder ininterrumpido sobre su ciudadanía, a cambio de la sumisión internacional.
Aceptaron.
Ese poder con que se sedujo a la Clase Política española, es su capacidad actual de hacer y deshacer nuestra realidad con políticas divisivas y extractivas, desde un Parlamentarismo fuera de nuestro control.
Ese Poder sin rival interno se despliega teniendo garantizada la no-intervención del Imperio, en tanto los políticos se mantengan alineados, y a cambio de la entrega de la soberanía en lo internacional.
Vasallos del Globalismo
Esta claudicación sirve por su parte a una agenda mayor de disolución de los Estados Occidentales históricos, para, posiblemente, formar un super-organismo anti-China, acrítico y maleable de una vez, que sirva a los intereses de la Super Clase occidental. La importación de lumpen y el retiro "dorado" de los antiguos europeos encaja aquí con este propósito.
En nuestro caso, fuimos de los más tardíos y resistentes. En la Transición de 1978, planificada por Alemania, Francia y Estados Unidos, se formó a una España a su gusto: débil, desvirilizada, anti-guerrera, fiestera, desconectada de Hispanoamérica -creación de suspicacias mútuas, para evitar la comunicación fluída, la coordinación y las alianzas-. El resultado es una España decadente, feminista, y despojada de agencia en lo económico, lo diplomático y lo militar.
Recuperar el Nacionalismo
Tras la muerte de Francisco Franco, que ES NUESTRO DE GAULLE (contra el Sovietismo en nuestro caso), todo se ha podrido más allá de lo reconocible.
Si su Régimen fue feroz, autoritario y perseguidor de disidentes, respetaba POR LO MENOS a una cultura nacional y familiar, a una sociedad dinamizada por hombres trabajadores y decentes, y se mantenía una semi-soberanía que se guardaba con celo (por parte de intelectuales y militares), pero que hoy ha sido por completo abandonada por los mentirosos castuzos (pensemos, por ejemplo, en un Pablo Casado, y lo poco que tiene de leal a nada).
No hay patriotas entre esa gente, si lo son es de boquilla, porque no ven dos palmos más allá de sus narices, ni de las suculentas cuentas bancarias que los mantienen en una ilusión de españolidad virtual y en una burbuja de clase.
VOX probablemente no sirva (desgraciadamente)
VOX es como una banderilla para el Sistema, una banderilla contra el cambio. El Parlamentarismo se inyecta "un poquito" de nacionalismo para seguir a lo suyo. Se engloba a un electorado, se subliman sus quejas en lo retórico, y luego se le somete a miles de limitaciones severas en lo electoral y lo mediático (anti-cuerpos castuzos).
No parece que haya cambio posible desde dentro del Parlamentarismo, a no ser que haya un reemplazo total y coral de las gentes metidas en política, cuya lealtad empiece a ser con España, y deje de ser una lealtad de Clase, que es la que prevalece hoy. Ese objetivo parece fuera de nuestro alcance por medios representativos.
Conscienciación Nacional
Solo un movimiento de masas PARALELO al Sistema tiene alguna opción, y para ello necesitamos a Intelectuales, Artistas, Medios, Organizaciones, y, al fin, a la Policía, a la Guardia Civil, y al Ejército (mandos medios y tropa, porque los altos mandos son susceptibles de estar en el ajo) alineados con la Razón de Estado, y con el Pueblo Español, al que se deben, y del que son garantes.
Previo a ganarse a esas Instituciones, hay un problema mayor y de más difícil resolución, que es el de la Población española, que está en la inopia del mundo consumista, ocioso y mediático. Asi que eso es lo primero a enderezar.
En definitiva, se ha controlado a España con la zanahoria del Dinero, que llega puntual, y ese es nuestro enemigo a abatir.
Los valores tradicionales de humildad, respeto y auto-respeto, familia y nación, y un punto de estoicismo y espiritualidad para quién lo estime oportuno (o inspiración laica en la moral cristiana), son los únicos valores que pueden sacarnos del hoyo.