Porque a pesar de haber apoyado a la vieja boca cloaca y de su fama en el mundo de habla hispana, el Rubius es un gamer y streamer que no sale de su mundillo del entretenimiento, destinado a pajilleros y niños rata.
Es el blanco perfecto de los medios de comunicación rescatados por el gobierno y de todo el stablishment, que tanto recelan de que cualquier autista con una simple tablet haga mejor contenido que la casta televisiva, con toda la parafernalia que necesitan (guionistas, maquilladores, cámaras etc).
Lo de la Rosalía está en otro nivel. Es una agente de primer orden de la destrucción de occidente. Una morsa con aspecto de sucia, que se comporta como una lechona, maleducada y egoísta, que se maquilla para parecer negra. Pero que a la vez dice que hay que ser feminista y toda esa cosa.
Lo que quiero decir es que esto no es un asunto económico, es un asunto social. Rosalía es de los suyos, es uno de esos "artistas" de lo horrible, de los dientes de colorines y la estética de yonki, amparada por un productor musical judío. Y el Rubius un triunfador por cuenta propia.