Que pongas esa cosa poco buena que provoca vergüenza ajena como es el "Ministerio del tiempo" como ejemplo de buena serie ya te desautoriza para opinar de cualquier otra cosa. Ni siquiera es una idea original, viene de una novela de Asimov mucho más entretenida e interesante.
En España no se pueden hacer buenas series, porque NO hay buenos escritores. Ni buenos guionistas, ni buenos actores o directores. La MEDIOCRIDAD en el mejor de los casos es la marca de la casa. Para colmo se usa el cine o la TV como un puro medio de propaganda política. En ese aspecto no es muy distinto al caso de los EEUU, pero es que al menos allí si tienen talento. Aunque sea cada vez más escaso.
Y no hay talento porque no puede haberlo. Es el sino de cualquier negocio, empresa, proyecto donde no impera la simple meritocracia, sino que funciona como si fuese una mera concesión estatal más. Al final tanto directores, como guionistas o actores son una especie de funcionarios que dependen enteramente del dinero público para trabajar o prosperar. Y para la obtención de dicho dinero no hace falta tener talento, sino solamente una extraordinaria pericia sacando brillo culos y arrimándose al árbol que mejor sombra da.
De vez en cuando sale algún producto español donde puedes ver una buena fotografía, una buena actuación, incluso algún destello de inteligencia, pero es algo excepcional y casi siempre en un contexto de pura ramplonería. Por ejemplo el mayor éxito como comedia de la últimas décadas, la famosa "ocho apellidos vascos" es un puro plagio de una comedia francesa. Y las series de éxito o resto de películas IGUAL. Siempre parten de esquemas ya ensayados y descubiertos. Suele ser simplemente cine yanqui filmado al modo español. Y menos mal, porque si no fuese así, pues solo se harían truños de autor que no le interesan ni al que los filmó.
Hubo un tiempo en que había cierto interés por hacer series con cierta calidad. Los más viejos recordarán Los gozos y las sombras, Fortunata y Jacinta o Cañas y barro, que además tuvieron bastante éxito a nivel popular. A mi no me parecen nada excepcional, pero al menos iban en la dirección correcta. Todo eso se fue a la hez con la llegada del PSOE y todos sus cuates al poder, que convirtieron "la industria" audiovisual en un resorte más de la política y en una merienda de personas de color.
Y hasta ahora. Es casi imposible ver una película o serie española que no dé nauseas. Que no sea una imitación cutre de lo que hacen otros. Y lo peor de todo en general, la historia y el guión. Casi siempre vergüenza ajena. Todo ello en un país con el pasado literario que tiene España, entre los más impresionantes de todo el mundo occidental. Lo que ya de por sí nos da una idea de la clase de basura que subsiste a costa del mundo del espectáculo.