Dani_rodri dijo:Evidentemente, NO vivimos mejor que hace 40 años, más bien todo lo contrario.
Ha crecido la delincuencia, hay mucho más paro, peores condiciones laborales, menos política social y la vida es muy cara, sobre todo la vivienda: en aquella época se construían miles y miles de pisos sociales (los que llevan el símbolo de Falange) mientras ahora apenas se hacen y los de renta libre son de los más caros del mundo con unos salarios muy bajos.
Y por si fuera poco hace 40 años cualquiera tenía cuatro o cinco hijos y salía adelante sin muchos problemas mientras actualmente tener uno es ya impensable para muchas personas.
JAJAJAJA Hace cuarenta años yo tenía ocho. Somos cinco hermanos. Y si mis padres vivieran se llevarían las manos a la cabeza. Qué barbaridad. Ellos provenían de la posguerra, y su única aspiración era que nosotros no pasáramos hambre, que creciéramos con salud y encontrásemos un trabajo. De prolongar la etapa de estudiantes, ni hablar. Con catorce años, a trabajar.
Y aunque entonces, hace cuarenta años, no había hambre ya, sí que había MISERIA http://rae2.es/miseria
Si os preguntáis si se era más feliz, yo era un niño y sí, recuerdo mi infancia como muy feliz, mucha calle, muchos amigos, veranos largos, calurosos y nunca aburridos, inviernos fríos con brasero de carbón y mucha lluvia, tebeos y novelas que se cambiaban por otros usados en un local al efecto (que empezabas con uno nuevecito y acababas con otro hecho unos zorros tras unos cuantos cambios), ropa siempre estirada mediante remiendos, zapatos desgastados con medias suelas pegadas, pocos juguetes, pocos muebles, ningún coche, colchón de lana, baños semanales en pilas de lavar o barreños de cinc, nochebuenas con pollo asado, frío en el colegio, curas con sotana al que había que besar la mano cuando te cruzabas con él, conversaciones en voz baja de los adultos en agosto del 68 porque los rusos entraron en Checoslovaquia, policías de gris, comidas monótonas basadas en dieta mediterránea (yo SÉ cuándo comí mi primer entrecot, dónde y con cuántos años, ¿y vosotros?), la tienda de la Señora Basilisa donde, a veces, apuntaba en la libreta la cuenta, el barril de arenques en la puerta de la tienda, los sacos con garbanzos y alubias o azúcar, todo a granel, el rebaño de cabras que pasaba por el barrio y el cabrero al que comprabas la leche, el cubo de la basura sólo con restos orgánicos: mondas de patatas o de frutas, el practicante que venía a pincharte a casa, los tullidos en la puerta de los mercados, los niños con polio, muchos discapacitados psíquicos (como se dice ahora), mucha mujer vestida de oscuro, semana santa en que te acechaba la beata de turno para que no hicieras ruido jugando, la primera tele en blanco y oscuro, el D. Juan Tenorio, el parte en Radio Nacional, las parejas en la última fila del cine, ... joer que nostalgia.
Otro día os cuento algo de política social y condiciones laborales; pa miccionar y no echar gota. :