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Elecciones Europeas | Entrevista a Luis Prado, candidato de Escaños en Blanco
"Si la gente supiera cómo funciona de verdad este país no estaría en su casa viendo la televisión"
Con 38 años, Luis Prado es un sencillo boticario en un barrio de Gijón que, animado por la situación actual ha saltado al mundo de la política. Miembro del Consejo Ejecutivo y cabeza de lista de Escaños en Blanco, se considera a sí mismo político de vocación, pero no de profesión. En esta etapa busca denunciar los fallos y faltas en el sistema que, a su parecer, son muchos y muy graves y que se han agudizado con el paso de la crisis
La primera aparición de Escaños en Blanco en las urnas fue en 2011 y conseguisteis “vaciar” tres escaños en dos municipios de Cataluña y ser la primera fuerza extra parlamentaria en Asturias y la segunda en Galicia, ¿es el mismo escenario que hace tres años?
La gente está harta de que le tomen el pelo. Actualmente un político puede ser elegido en las urnas para que, inmediatamente después hacer todo lo contrario para lo que ha sido elegido y durante ese tiempo que dura la legislatura la gente que ha votado solo puede cruzarse de brazos y esperar a que acabe la legislatura. Puede endeudar a todo un país, a todo un municipio o una comunidad autónoma sin que la gente pueda hacer nada para ello. Yo creo que la gente está demandando otra manera de hacer política. No se trata ya de elegir a otros partidos u otros representantes sino que son las propias reglas de juego las que son insuficientes y, ¿qué mejor forma de demostrarlo que con escaños vacíos?
Entonces, ¿no consideráis que pertenezcáis a la propia clase política?
Todos los que nos preocupamos por lo común, por lo que ocurre, por lo que nos afecta somos políticos, lo que no somos es políticos profesionales, no vivimos de esto. No aceptamos subvenciones ni sueldos. Hacemos esto para poner el foco de atención en que algo no funciona.
Ha mencionado que son las propias reglas del juego las que puede que fallar, ¿qué es lo que se echa de menos para que sean justas?
Nosotros aspiramos a una democracia transparente y más participativa. Transparente en el sentido de conocer cuáles son los gastos en los que se emplea el dinero de los contribuyentes, cosa que actualmente no se da. Sí, son datos públicos pero para obtenerlos hay que investigar más que un detective privado y deben estar en una plataforma accesible a todo el mundo y fácilmente comprensible.
Y también a una democracia más participativa en el sentido de que no haya este blindaje de partidos en el que una persona es elegida pero puede hacer exactamente lo que le da la gana. Una democracia en la que los ciudadanos puedan, por ejemplo, revocar el cargo, participar en las decisiones que se toman en el Parlamento o, por lo menos, proponer otras nuevas.
Es una vergüenza lo que pasa, por ejemplo, con las Iniciativas Legislativas Populares como ha pasado hace poco con la PAH, millón y medio de firmas que van a la sarama. Este tipo de cosas y estos mecanismos de participación ciudadana es muy mejorable.
¿Por qué dejarlos vacíos y no llenarlos de nuevas propuestas?
Llenamos de contenido el Parlamento a través de dar entrada a una bolsa la población que estaba excluida. Hasta hace poco, toda la gente que votaba en blanco, se abstenía o emitía un voto nulo no era tenido en cuenta, era gente excluida del juego democrático. Así les damos visibilidad dejando los escaños vacíos y haciendo presión a la clase política, tocándoles lo que, probablemente más les importa que son sus propios puestos de trabajo y la propia financiación de los partidos que se nutre a través de la representación y de los votos conseguidos. No tenemos ninguna duda de que el momento en el que Escaños en Blanco empiece a tener éxito y empiece a vaciar el Parlamento van a saltar las alarmas de todos los partidos políticos, y lo hacemos a través de dar representación a la gente y, encima, ahorrando dinero.
Concretamente, ¿con cuánto apoyo contáis?
Pues las elecciones pasadas, en las generales, tuvimos 97.000 votos al Congreso, y 229.000 al Senado. En el 2011, Escaños en Blanco acababa de nacer y por la calle nadie conocía el partido. Ahora sabemos, por lo que estamos en la calle, que cuando la gente sabe que tiene el voto para poder dejar escaños vacíos y poder usar su voto para expulsar a políticos de los Parlamentos, tenemos un 20-30% de apoyo automático. Hay mucha gente que tiene su partido favorito ya, hay personas que no lo entienden, pero hay un 20-30% que de primeras les encanta la idea porque ya están desencantadas con la manera de hacer política y les encanta. De hecho, recibimos muchos correos a diario agradeciéndonos la posibilidad de darles la oportunidad de usar ese voto para vaciar escaños.
¿Y qué decís a esa gente que no entiende que uséis ese voto para rechazar esa representación que os ceden?
Nosotros tenemos una pequeña traba con el nombre. Mucha gente, después de hablar con ellos se piensan que estamos pidiendo el voto en blanco, y nada más lejos de la realidad, somos un partido que dejaremos los escaños en blanco. El voto en blanco entendemos que es una tomadura de pelo y la abstención no cuenta para nada y el voto nulo lo mismo. ¿Qué les decimos? Intentamos explicar las cosas pero es un concepto nuevo que no tiene precedentes en la política y todo lo que sea nuevo es complicado de entender.
En estas elecciones se prevé superar el 55% de abstención que hubo en 2009, ¿cree que este dato podría beneficiar al partido convirtiendo un poco de estas abstenciones en votos?
Pues eso no lo sé. Lo que sí sé es que el alto grado de abstención sirve para muy poco. En las pasadas europeas hubo un 55% de abstención y lo primero que votaron fue, en plena época de recortes, a favor de seguir utilizando bussiness a pesar de que se les invitaba a hacer un gesto a los ciudadanos que son al fin y al cabo lo que les pagan.
La gente piensa que los políticos tienen un status artificial en el sentido en que viajan en primera, con trajes impecables, coches de alta gama, sueldos muy alejados de la media de la población… son personas que en el fondo no tienen ni un duro, todo lo que tienen es el dinero de los contribuyentes, y creo que cada vez más gente es consciente de esto y quiere reaccionar y Escaños en Blanco puede ser una buena manera de hacerlo.
¿Y qué le diría a la gente que piensa que darle su voto a alguien que no va a hacer nada en el Parlamento es igual a no votar?
Nos lo dicen mucho. Pero con el ejemplo que te ponía antes: si en lugar de un 55% de abstención, esos votos hubieran ido a Escaños en Blanco, entre la mitad y tres cuartas partes del Parlamento habrían estado vacíos. Hubiera sido la hecatombe para todos los partidos políticos. No nos lo podemos imaginar porque no ha pasado aún en ningún sitio.
Nosotros pensamos que con tan sólo un par de escaños saltarían todas las alarmas de la clase política pero si la abstención se transforma en escaños vacíos entraríamos en una nueva etapa de la política en España.
Supondría retardar decisiones, minimizar mayorías…
Ahí entraríamos en el campo de la política ficción porque eso no tiene precedentes. En España, según la Constitución, el Congreso debe formarse entre 300 y 400 diputados, actualmente tiene 350, en el momento en el que dejas 51 escaños vacíos, un resultado que tampoco sería muy mayoritario, pero que supondría ver qué tendría que decir el Tribunal Constitucional porque incluso no podría formarse el Parlamento.
En el fondo, lo que necesita España no es tanto bloquear el Parlamento ni reducir políticos ni dejar de gastar tanto en políticos sino generar un debate y mirar qué democracia tenemos y cuál queremos tener. Un debate que tal y como está la plana política mediática es imposible tener porque todo en las tertulias políticas actualmente todo se circunscribe a la política del tú más y tú peor; y nosotros creemos que tenemos que hablar de POLÍTICA, en mayúsculas.
¿Y esto es extrapolable a Europa?
Hay partido similares que están creciendo en Europa. En Alemania, en Reino Unido, en Portugal, en Holanda… son partidos que están surgiendo y que estamos observando a ver qué pasa. Lo que nos preocupa es España y que esto cuaje que es lo que creemos que va a hacer.
¿Veis que sea un objetivo realizable a corto plazo?
Con los datos que manejamos vemos que tenemos capacidad para sacar un eurodiputado en Europa. Si sacamos un eurodiputado, las elecciones generales del año 2015 van a ser muy interesantes, de esto no tengo ninguna duda.
¿En qué sentido?
El partido se va a dar a conocer y, simplemente por la escalada de ampliación del partido en la que 2 o 3 de cada diez personas que lo conocen, de manera automática, les parece buena idea y se decantan por ello; entendemos que en 2015 habrá un vaciado de muchos escaños en el Congreso de los Diputados, desde luego.
Has mencionado que vuestro objetivo es España. Entonces, ¿por qué decidís dar el salto a las elecciones europeas?
Entendemos que en todas las elecciones se tiene el derecho a decidir, esto es el ABC de la democracia. De hecho, nosotros esperamos que haya una reforma de ley que nos quite del medio, es decir, que contemple un tipo de voto que se transforme en escaños vacíos, en el momento en el que esto se produzca, Escaños en Blanco dejará de existir. Que el sufragio universal no es solamente que todos tengan derecho a voto sino que todos los votos valgan lo mismo. Ahora mismo tenemos una democracia en la que hay una bolsa de la población importante que no tiene acceso a un tipo de voto en igualdad de condiciones.
Sois un partido aspirante con más de 200 militantes de los cuales ninguno os dedicáis de manera profesional a la política, ¿cómo os organizáis?
Somos un partido asambleario. La Asamblea, con todos los militantes, es el órgano del partido se reúne dos o tres veces al año y elige representantes para el periodo interasambleario, responsables de tareas como comunicación, coordinación, secretaría…, personas que toman las decisiones en este periodo, decisiones que tienen que ser refrendadas en asamblea
¿Crees que este modelo puede ser una opción para España?
Sí, desde luego. Porque además los militantes pueden proponer cosas en cualquier momento y puede haber un número suficiente de personas para llevarlo a cabo. Al fin y al cabo es lo que desearíamos para España, no un país monolítico donde los partidos están blindados hagan lo que hagan y los ciudadanos solo tienen la opción de intentar cambiar de tonalidad o de sigla, sino donde haya una participación e interacción de la gente en la política.
¿Y para Europa?
Para Europa va a ser más complicado pero sería fundamental que lo que se decida en Europa no pasase por encima de la voluntad de los ciudadanos de los países miembros.
Teniendo en cuenta que rechazáis cualquier tipo de subvención del Estado y, por tanto, contáis con menos recursos, ¿en qué consiste vuestra campaña?
En primer lugar aprovechar al máximo los espacios gratuitos que nos han dado aunque no nos lo han puesto fácil. Si la gente supiera realmente cómo funciona este país, cómo funciona la Administración, no estaría en casa leyendo el periódico o viendo la televisión. La gente no es consciente de hasta qué nivel hay de caudillismo y de trabas burocráticas en este país.
Nosotros, para aprovechar los espacios gratuitos, actos en la calle y en los medios de comunicación. Demostramos que se puede sobrevivir y hacer campañas aunque sean discretas sin necesidad de grandes subvenciones, entendemos que las grandes subvenciones solo sirven para dar de comer a mucha gente y tener estómagos agradecidos y no para hacer política.
Ha mencionado que “si la gente supiera realmente cómo funciona este país no estaría en casa leyendo o viendo la televisión”, ¿cómo funciona realmente la Administración?
Yo creo que hay desinformación, por lo general, bastante pasividad. Cuando uno comienza un nuevo proyecto de esta naturaleza tiene que hacerlo todo desde la base y se da cuenta de las dificultades que hay. Las cosas no son tan sencillas, esta democracia que tenemos, a lo mejor, tiene el nombre y muy poco de significado.
¿Qué tipo de trabas os habéis encontrado?
Los medios de comunicación en general son bastante reacios a distribuir equitativamente los tiempos entre los diferentes candidatos; ya no sólo es que los medios hablen siempre de los grandes partidos aún cuando no hay nada que contar porque siempre dicen lo mismo, y a los que proponen algo nuevo y dicen algo nuevo no hay forma de que le den hueco. Son pequeñas grandes trabas que nos encontramos los partidos minoritarios.
¿Y burocráticas?
En este sentido se nos presentan trabas para aprovechar los espacios gratuitos los cuales tienen unos desequilibrios brutales entre los grandes partidos y el resto de fuerzas cuando deberían ser iguales y la exigencia de los Betacam en TVE –un tipo de vídeo que ya no se utiliza-. Tuvimos que enviarlos a los estudios centrales y cada una de las desconexiones territoriales para poder tener nuestro hueco. Esto fue una decisión de la Junta Electoral Central pocos días antes de empezar la campaña y por supuesto a los grandes partidos que tienen millones de presupuesto no les supone nada pero a nosotros sí. Gracias a expertos que nos han ayudado hemos podido. Son dificultades que no vienen a cuento y que no son razonables.
Por último, ha reiterado que la población aún no es consciente de lo que pasa a su alrededor, ¿qué se necesita para despertar finalmente?
-Risas- La generación del debate debería hacerse, supongo, en primer lugar, desde los medios de comunicación. Forzar la generación de ese debate como, un poco, lo que intentamos hacer nosotros, introducir un debate que no existe. Al fin y al cabo los ciudadanos se nutren de la información que ven en los periódicos o telediarios. Se debería cambiar un poco el contenido de este debate que es un poco monolítico y monotemático que está siempre centrado en aspectos que no son los verdaderos problemas del sistema. Pretendemos finalmente llamar la atención porque será la única manera de hacer despertar a la sociedad.
"Si la gente supiera cómo funciona de verdad este país no estaría en su casa viendo la televisión" - Cambio16 Diario Digital, periodismo de autor
