Lo único por lo que Daniel "lucha", si es que se le puede llamar así, es por su propio trastero. El resto de aspectos en los que pueda parecer que lleva algo de razón no son más que coincidencias.
El que exista un 016 y no exista el análogo para hombres en situaciones de hez con verdaderas hijas de fruta, es algo en lo que coincidimos prácticamente todos los hombres. Sin contar el poco amparo legal que existe y el uso político que se le da. Lo que pasa es que este es tan personaje y suele ir tan borracho que no tiene ningún problema en llamar y ocupar una línea diciendo tonterías. Mojándome yo opino que el problema no es que exista dicha línea, que estoy seguro que puede ser útil para tías en una mala situación, sino que no exista una opción para nosotros en caso de necesitarla.
Y el hecho de que resulte quijotesco es algo inherente a lo jodidamente personaje que es. Al igual que resulta torrentesco, vaya. Pero ya os digo yo que a este señor los derechos, sean de quien sean, se la traen al pairo. El personaje que le toca es franquista, pero en sus inicios era podemita a más no poder. Como mucho, me aventuraría a decir que es un fiel reflejo del ciudadano clásico que funciona con las vísceras y que se toma la política como si de fútbol se tratase. Un comportamiento muy básico y muy explotado últimamente por los políticos. Es ignorante y soberbio, combinación perfecta para caer en todo tipo de garrapateos de rédito electoral.
Sin dejar de lado que a través de todas sus películas consigue racanear guita a cuatro deficientes mentales entre los que incluyo al puñetero JUEZ que hizo efectiva la sentencia que decía que Daniel tenía una incapacidad.
A modo de resumen... Daniel es un ignorante, un oportunista y tiene una conducta que en ocasiones se podría asimilar a la de ciertos personajes históricos de nuestra literatura. Pero todo por separado. Más allá de eso, es un ser vacío.